España

La fuga de Rovira 'condenó' a los otros procesados

  • La huida de la secretaria general de ERC a Suiza avaló la prisión preventiva del resto de líderes del 'procés'

  • Dice que se "exilia" para poder "alzar la voz"

La secretaria general de ERC, Marta Rovira.

La secretaria general de ERC, Marta Rovira. / Efe

La secretaria general de ERC, Marta Rovira, llegó este viernes a Suiza, donde ha huido tras plantar al magistrado del Tribunal Supremo Pablo Llarena, en una fuga que tiene mucho que ver con la decisión ulterior del juez de encarcelar a los cuatro ex conselllers y a la ex presidenta del Parlament.

Rovira, que dimitió el jueves como diputada en el Parlament tras la investidura fallida de Jordi Turull, anunció este viernes en una carta a la militancia que tenía muy claro que debía irse de España: "El exilio será un camino duro, pero es la única forma que tengo de recupera mi voz".

La dirigente republicana se encuentra en Suiza, país al que también se desplazó la ex diputada de la CUP Anna Gabriel, aunque en su caso no se expone a penas de cárcel porque Llarena le atribuye únicamente en el auto de procesamiento un delito de desobediencia, mientras que sitúa a Rovira en el núcleo duro del procés y le acusa de rebelión, penado con hasta 25 años de cárcel.

El juez le atribuye un papel "esencial" en el impulso de las leyes del proceso independentista, así como en la "coordinación" de distintos sectores de la administración para organizar el referéndum del 1-O.

"No me sentía libre. No me reconocía. Estas últimas semanas he vivido dentro de una cárcel interna", expone la ex diputada de ERC en su carta a la militancia, en la que alega que el "exilio", como insiste en describirlo, es ahora "la única forma" que tiene de alzarse "en contra del Gobierno del PP, que persigue a todos los que están a favor de votar y que castiga a cualquiera que intenta cambiar lo preestablecido y lo establecido".

Pero su huida fue desde el minuto uno contraproducente para el resto de procesados, a los que se les esfumó cualquier posibilidad de eludir la cárcel ante el evidente riesgo de fuga escenificado por la nueva prófuga, la séptima.

Tras la fuga, la Fiscalía consideró que se disparaba el riesgo de que los cinco procesados para los que pidió el ingreso en prisión pudieran seguir sus pasos y pusieran pies en polvorosa.

Así, según informaron a Efe fuentes del Ministerio Público, los fiscales del Tribunal Supremo basaron su petición de prisión ante el juez Llarena principalmente en el riesgo de fuga y en el de reiteración delictiva. El ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont expresó por su parte desde Helsinki "su apoyo total" a Rovira. "Creo que ha tomado una buena decisión, tiene derecho a defenderse en un entorno donde se respeten sus derechos", señaló en rueda de prensa.

"No había hablado nunca con Marta Rovira de esta posibilidad, así que no es una acción coordinada", agregó Puigdemont, quien desde octubre está huido de la Justicia española y reside en Bélgica.

El ex presidente de la Generalitat envió a la última prófuga su "apoyo total, afecto personal y solidaridad". "Sé que una decisión de esta naturaleza no es nada fácil, especialmente cuando tienes hijos pequeños, pero obviamente le doy todo mi apoyo", reiteró.

Reactivan la euroorden contra seis de los siete fugados

El juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena dictó una orden de detención internacional contra la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y una euroorden para otros seis cinco implicados en el proceso soberanista que ya se encontraban huidos de la Justicia, entre ellos el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont. Llarena ha atendido así la petición de la Fiscalía tras notificar este viernes el auto de procesamiento contra 25 investigados por el procés, siete de los cuales permanecen huidos de la Justicia, después de que Rovira se haya fugado a Suiza. Además de la dirigente republicana, los otros seis líderes del proceso soberanista huidos son: Carles Puidemont y los ex consejeros Antoni Comín, Meritxell Serret, Lluís Puig -actualmente en Bélgica- y Clara Ponsatí, que está dando clases en una universidad escocesa. La euroorden no está activa contra la dirigente de la CUP Anna Gabriel, que huyó a Suiza en previsión de su detención.

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