El presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, ha constatado este miércoles "con tristeza" que en el Gobierno de Mariano Rajoy no hay "voluntad de dialogar" sobre un referéndum en Cataluña: "Las negociaciones ni están ni se las espera".

En la sesión de control al presidente de la Generalitat, en el pleno de este miércoles en el Parlament, Puigdemont no ha desmentido que el pasado 11 de enero se reuniera con Rajoy en la Moncloa. En respuesta a una pregunta del primer secretario del PSC, Miquel Iceta, Puigdemont ha dicho "con conocimiento de causa" que "no hay voluntad de negociar por parte del Gobierno del Estado español".

Por su parte, el Gobierno asegura que "ha dialogado y dialogará" con la Generalitat para intentar solucionar los problemas de los catalanes, aunque lamenta la "cerrazón" existente en torno a la celebración de un referéndum porque recalca que los independentistas saben que ahí no hay esperanza alguna de acuerdo.

Es lo que afirman fuentes del Ejecutivo después de que La Vanguardia desvelase este miércoles un hipotético almuerzo en el Palacio de la Moncloa entre ambos. Un encuentro que ha evitado confirmar Rajoy en declaraciones a los periodistas en el Congreso y en las que se ha limitado a reiterar sus argumentos en torno al diálogo que desea mantener con la Generalitat. Ese diálogo pasaría por lo que considera que son los problemas reales de los catalanes, pero nunca para convocar un referéndum porque interpreta que eso supondría saltarse la ley.

Las fuentes citadas no han confirmado tampoco la existencia de la reunión, que diputados del PP y de otros grupos han considerado "perfectamente factible" y, máxime, si no ha sido desmentida por sus protagonistas.

Pero sin confirmación oficial, desde el Gobierno se apunta que la filtración es consecuencia de las luchas internas existentes entre los partidos independentistas. En todo caso y más allá de esa entrevista, el Ejecutivo recalca que "ha dialogado y dialogará" con la Generalitat si es que hay disposición por la otra parte.

Como prueba de ello cita reuniones como la de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, con su homólogo catalán, Oriol Junqueras, que se celebró en Barcelona el 10 de enero pasado.

La posibilidad de una reunión que se haga pública previamente entre Rajoy y Puigdemont no se descarta, aunque se reconoce que parece difícil que pueda concretarse a corto plazo, porque, precisamente, el único argumento que ponen los independentistas sobre la mesa es la celebración de un referéndum.

El Gobierno, que recalca que no da por fracasado el diálogo, considera que Puigdemont se equivocó no asistiendo a la Conferencia de Presidentes, y observa en Cataluña un clima preelectoral y mucho hartazgo de la ciudadanía en torno a la convocatoria de una consulta.

En medio de todo ello, el Ejecutivo, mediante su vicepresidenta, pretende seguir manteniendo reuniones con representantes de diversos sectores de la sociedad catalana, y en el ámbito político se está trabajando con el PP y el PSC en el ayuntamiento de Barcelona para buscar un próximo encuentro con la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau.