El presidente del PP, Mariano Rajoy, brindó ayer "ayuda espiritual" a los presos políticos cubanos llegados a España y les aseguró que hará todo lo posible para mejorar sus condiciones de acogida, respaldar la lucha democrática contra el régimen castrista y mantener la actual política de la UE con la isla.

Rajoy se reunió en la sede nacional del PP en Madrid con más de una veintena de los disidentes cubanos deportados a España desde el pasado mes de julio. Al encuentro, que duró cerca de una hora y media, asistieron también el coordinador de Presidencia y secretario de Relaciones Internacionales del PP, Jorge Moragas; el diputado Teófilo de Luis y la representante del colectivo de las Damas de Blanco en España, Blanca Reyes.

El líder del PP expresó su "absoluta disposición" a ayudar a los ex presos en "el plano personal" para resolver los problemas de adaptación que ellos y sus familiares han encontrado desde su llegada a España, explicó a Efe De Luis.

Los disidentes le detallaron algunos de esos problemas, como la insuficiente ayuda económica que, a su juicio, reciben del Gobierno y las trabas burocráticas para escolarizar a sus hijos. "(Rajoy) Nos ha dicho que durante el tiempo que estemos en España, podemos contar con él, no con ayuda material, pero sí espiritual para continuar la lucha por la libertad en Cuba", afirmó el disidente Julio César Gálvez, componente de la primera tanda de presos que llegó en julio. En la reunión, que transcurrió en un ambiente de "completa cercanía", el presidente del PP también les manifestó su "compromiso político en favor de la libertad en Cuba", según De Luis.

La postura del PP es contraria a la del ministro de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, quien cree que la excarcelación de los 52 presos políticos comprometida por el régimen castrista es motivo para establecer un nuevo marco de relación con Cuba.

El Gobierno cubano ha liberado hasta ahora a 35 presos políticos, entre los que se encuentran los últimos tres que llegaron ayer a Madrid. Hoy llegará otro.