El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, y el cabeza de lista del PSOE al Parlamento Europeo, Juan Fernando López Aguilar, pidieron anoche el voto para los progresistas ante el peligro de que las ideas ultraconservadoras puedan "sacar pecho" en la Eurocámara.

Zapatero y López Aguilar cerraron en Madrid la campaña de los comicios europeos junto a la secretaria de Organización del PSOE, Leire Pajín; el secretario general del PSM, Tomás Gómez, y el presidente del Partido Socialista Europeo, Paul Nyrup Rasmussen. Ante un abarrotado pabellón Antonio Magariños, mítico por las victorias en baloncesto del Estudiantes, Zapatero pidió a los ciudadanos que no se abstengan en las elecciones y que nieguen el voto al PP, porque representa el pasado.

Por ella, según Zapatero, "no pasa el tiempo", hasta el punto de que sigue teniendo "una confusión de conceptos", porque "históricamente a la Inquisición la llamaron Justicia y ahora a la Justicia la llaman Inquisición". Convencido de que el futuro está del lado de los progresistas, insistió en anotar que Bush, Aznar, Iraq y Rajoy son el pasado, mientras que de Mayor Oreja dijo que es "el antepasado". "Que no se dé el voto a quienes como Mayor Oreja, Rajoy y Aznar no ven nada bueno en la España de hoy, porque sólo añoran la España del pasado", reclamó el secretario general del PSOE.

Frente a quienes "no echan nunca una mano", el líder socialista solicitó el voto para quienes trabajan para superar la crisis y ante quienes "todos los días dicen que cada vez las cosas van a ir a peor, porque es lo que les conviene".