"A día de hoy" Pedro Sánchez no contempla otra posibilidad que votar en contra de la investidura de Mariano Rajoy. A día de hoy. "En este momento" Albert Rivera anuncia voto negativo a Rajoy en la primera investidura y abstención en la segunda. En este momento. En política es muy importante medir las palabras, no sólo porque uno puede verse preso de ellas, como le ha ocurrido a Rivera con el veto a Rajoy, sino también porque determinadas premisas permiten cambiar la estrategia sin ser pillados en falta. Por ejemplo, advirtiendo que las decisiones son firmes a día de hoy o en este momento.

Con estos datos sobre la mesa, es imposible hacer pronósticos sobre el futuro de Rajoy, que también ha pronunciado una frase que tiene su aquel: "Si tuviera la certeza de que es imposible la investidura, abriría un periodo de reflexión". ¿Aviso a navegantes, para que sepan que el bloqueo puede llevar a unas terceras elecciones que ni PSOE ni Ciudadanos desean? Sólo el presidente -en funciones- lo sabe. Estamos en periodo en el que se juega la composición del futuro Gobierno, y todos juegan sus cartas.

Las declaraciones de Sánchez y Rivera dan motivos de sobra para pensar que la investidura de Rajoy está en el alero, pero también hay motivos para pensar lo contrario, que se han abierto puertas que estaban cerradas y que cabe la posibilidad de un acuerdo en el último minuto que dé un giro total a la situación.

Por ejemplo, el hecho de que las entrevistas de Rajoy con Sánchez y Rivera hayan sido largas, de más de una hora, nada que ver con los apenas diez minutos que estuvo Rajoy con Sánchez la vez anterior, cuando el líder socialista, nada más desaparecer los fotógrafos, dijo al presidente que se marchaba porque no tenía nada que hablar con él. Segundo dato positivo es que han debido entrar en profundidades porque Rajoy ha elaborado un papel, que ha enviado a sus interlocutores, en el que recoge los puntos que estaría dispuesto a negociar a cambio de que le facilitaran el acceso al gobierno.

Sánchez teme que cualquier tipo de facilidades a Rajoy le imposibilite convertirse en líder de la oposición, como pretende, porque Iglesias le recordaría permanentemente que ha colaborado en la continuidad de Rajoy en Moncloa. Tiene razón en esto último. Pero lo que debería saber Sánchez es que lo que define a un buen político es explicar tan bien sus decisiones, y con argumentos tan sólidos, que algo tan complicado como es apoyar al adversario, los electores lo consideren un acto de responsabilidad con el país y una muestra de grandeza y sentido del Estado.

Dicho esto, imposible predecir qué va a ocurrir. Entre otras razones, porque faltan datos de lo que unos y otros hablan fuera de micrófono. Porque es evidente que con micro delante, los candidatos dicen lo que conviene, no lo que piensan hacer.