Afganistán

Un piloto español, entre los 18 muertos en un asalto talibán a un hotel de Kabul

  • El fallecido, Antonio Planas, es natural de Mallorca y trabajaba para la aerolínea turca Saga Airlines. Los siete insurgentes, dos policías y otros ocho civiles murieron durante el atentado.

Un piloto comercial español, el mallorquín Antonio Planas, está entre los fallecidos durante el asalto de un comando talibán contra el hotel Intercontinental de Kabul que causó esta noche 18 muertos y 12 heridos, confirmaron las autoridades españolas.

Planas trabajaba para la línea aérea Saga Airlines, una compañía de vuelos chárter con sede en Estambul (Turquía), que tenía alquilado un avión a la aerolínea afgana Ariana, de ahí que el piloto estuviera alojado en el hotel atacado en Kabul. El piloto se encontraba en el interior del edificio cuando se produjo el asalto de los insurgentes, según informaron testigos y el propio presidente de Ariana, Moain Khan Wardak. "Uno de nuestros pilotos, un español huésped en el Intercontinental, está entre los muertos en el ataque", manifestó Khan Wardak en Kabul. La información fue corroborada por fuentes del Gobierno español en Madrid.

El asalto comenzó a las 17:30 del martes, cuando un grupo de siete insurgentes penetró en el hotel, situado en lo alto de una colina, armados con granadas, rifles y chalecos con explosivos, y comenzaron a disparar contra huéspedes y trabajadores. En total, los siete insurgentes, dos policías y nueve civiles -entre ellos, Planas y otro extranjero cuya identidad se desconoce-, murieron durante el ataque, dijo el jefe de la unidad criminal de Kabul, Mohamed Zahir, que cifró en doce el número de heridos.

Cientos de efectivos de la Policía y comandos afganos se desplazaron al lugar y acordonaron la zona, entre escenas de gran confusión y constantes sonidos de disparos, y los combates contra los asaltantes terminaron a las 06:30 de la madrugada. "Al entrar en el recibidor del hotel vi a el cadáver de una persona de pelo negro, tumbado sobre un sofá. Y el cocinero del hotel me dijo que se trataba de un piloto español", contó más tarde a Efe el propio Zahir.

Los talibanes reivindicaron el ataque por boca de su portavoz, Zabiulá Muyahid, quien en un comunicado afirmó que sus milicias atacaron el hotel aprovechando una reunión de "300 oficiales afganos y extranjeros" y que "causaron decenas de bajas". Algunos de los agresores hicieron estallar los chalecos explosivos que llevaban consigo, pero el portavoz de la agencia del servicio secreto afgano (NDS), Lutfulá Mashal, aseguró que la mayoría de las muertes se produjeron por disparos.

Imágenes emitidas por el canal afgano de noticias Tolo mostraron un intenso incendio nocturno en el inmueble, de seis plantas, mientras varios de los huéspedes que lograron escapar aguardaban en el exterior, resignados entre carrera y carrera de los policías.

El Intercontinental es escenario habitual de reuniones y conferencias de prensa, y ha trascendido que en él se alojaban ayer funcionarios afganos que debían participar hoy en un encuentro sobre la transferencia de seguridad a las fuerzas afganas.

El ataque ha sido condenado tanto por parte del presidente afgano, Hamid Karzai, como de las tropas de la misión de la OTAN desplegadas en el país, la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF). Aunque los talibanes han perpetrado en los últimos años ataques de este tipo, el asalto de este lujoso complejo siembra dudas sobre la capacidad de las fuerzas afganas para asumir la seguridad en Kabul, un paso que deben dar en julio.

El asalto refuerza las dudas expresadas por distintos analistas sobre la capacidad de las fuerzas afganas para asumir desde julio las tareas de ley y orden en Kabul, una de las siete primeras zonas designadas para ese traspaso de la seguridad.

Varios países, entre ellos España, empezaron la semana pasada a anunciar sus planes de repliegue, que deben concluir en el año 2014 en el país, donde hay desplegados en la actualidad en torno a 150.000 soldados, dos tercios de ellos estadounidenses.

La cíclica llegada del buen tiempo ha traído aparejada en Afganistán un incremento agudo de las acciones de los talibanes y lo que llaman su "ofensiva de primavera": series de ataques contra las tropas extranjeras, oficiales afganos o lugares estratégicos.

La muerte de Planas se suma a las de los militares del Ejército español Manuel Perrino y Niyireth Pineda, que perdieron la vida este domingo en el atentado que las tropas españolas sufrieron en la provincia de Badghis, cuando iban en un convoy en tareas de patrulla.

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