La campaña electoral catalana ya está en marcha desde esta pasada medianoche, unos comicios en los que CiU parte como caballo ganador tras las dos legislaturas en la oposición a un tripartito que no volverá, según reiteró ayer el presidente de la Generalitat, José Montilla.

En estas elecciones autonómicas del próximo día 28 también se juega mucho el presidente del Gobierno central, José Luis Rodríguez Zapatero, quien se volcará -asistirá al menos a tres actos- junto a varios ministros en apoyo de los socialistas catalanes para tratar de recuperar terreno, diez puntos según coinciden las encuestas, un trecho que coloca a la federación nacionalista que dirige Artur Mas al borde de la mayoría absoluta, por lo que el líder convergente apela a la prudencia. "Si nos creemos las encuestas que nos dan la mayoría absoluta acabaremos rozando la derrota", advirtió ayer Mas en una conferencia en el Fòrum Europa, acompañado por el ex presidente de la Generalitat Jordi Pujol.

Las elecciones catalanas dilucidarán el futuro político de Cataluña durante los próximos cuatro años, pero también son la antesala de un largo ciclo electoral en España que comenzará con las municipales y algunas autonómicas en mayo de 2011 y culminará con las generales, previstas para 2012.

El Gobierno resultante de estos comicios deberá desarrollar el Estatut después de la sentencia del Tribunal Constitucional emitida el pasado junio y lidiar con una de las mayores crisis económicas de los últimos treinta años, en una comunidad que aporta en torno al 18% al PIB español, según datos de la Generalitat.

También se dejará sentir en la campaña -al menos en siete actos electorales- el presidente del Partido Popular, Mariano Rajoy, en apoyo de su candidata, Alicia Sánchez-Camacho, que espera hacerse decisiva y situarse como posible apoyo parlamentario a un Ejecutivo de CiU, que gobernó Cataluña entre 1980 y 2003 con Jordi Pujol al frente. De momento, su propuesta de crear un contrato de integración para los inmigrantes, que propone que los que no encuentren trabajo se vuelvan a su país, ha despertado una gran polémica.

La celebración de los comicios ha hecho que el gran clásico del fútbol español entre el Barcelona y Real Madrid, que se iba a celebrar el 28-N en el Camp Nou, se haya trasladado al lunes 29. La razón oficial son los problemas de seguridad que podría generar la coincidencia de los dos acontecimientos el mismo día. Pero el cambio de fecha puede evitar también una mayor abstención de la prevista, de hasta un 40%.

El jefe de campaña de CiU, David Madí, descartó ayer la posibilidad de celebrar un cara a cara entre Montilla y Mas. "Debemos dejar de marear la perdiz. No lo hemos logrado. Creo que es lamentable", afirmó en una tertulia en Rac1.

Los partidos catalanes gastarán 12,17 millones de euros en la campaña. CiU destinará 3,25 millones a sufragar sus gastos electorales; el PSC, 2,9 millones; el PP, 2,85 millones; ERC, 1,87 millones, ICV-EUiA, 1,1 millones, y Ciutadans, entre 200.000 y 250.000 euros.

Se da así la circunstancia que el PP -cuya representación parlamentaria es tres veces inferior a la de CiU- gastará tan solo 100.000 euros menos que el PSC y 350.000 euros menos que la federación nacionalista. La crisis económica también ha pasado factura a los partidos, ya que gastarán lo mismo o menos que hace cuatro años. En total, en 2006, los seis partidos con representación parlamentaria desembolsaron 14,39 millones en sus campañas electorales, un 14% menos de lo que prevén gastarse en estos comicios.

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