Sesión de control Las penurias de la economía marcan el cuerpo a cuerpo entre Rajoy y Zapatero

El veto y el nuevo parlamentarismo

EN la segunda sesión de control al Gobierno del nuevo curso político, la economía volvió a enfrentar al presidente del Gobierno y al líder de la oposición. En esta ocasión, Rajoy atacó a Rodríguez Zapatero con una iniciativa popular aprobada recientemente en la Cámara Baja en apoyo de la pequeña y mediana empresa y a los trabajadores autónomos, a través de la creación de una línea ICO-morosidad, la posibilidad de que no se ingrese el IVA hasta que no se haya cobrado la factura y la compensación de deudas tributarias con lo que la Administración le deba a las empresas. En concreto, le preguntó cuándo iba a cumplir dicha resolución.

Rodríguez Zapatero le recordó que la medida de compensación de deudas está prevista en nuestro ordenamiento, en la Ley General Tributaria y el reglamento de recaudación.

Sobre la línea ICO, que afecta fundamentalmente a los ayuntamientos, anunció que el Gobierno está estudiando una "fórmula" que no incremente el déficit, "cosa que seguramente el señor Rajoy comparte con nosotros". "Una línea preferente sin más supone incrementar el déficit y desde luego el Gobierno no lo va a hacer", dejó claro el primer mandatario español.

Rajoy, cuya estrategia pasaba por intentar poner en evidencia que el Gobierno no cumple las resoluciones que aprueba el Congreso, no perdió la oportunidad y le pidió a Rodríguez Zapatero que respetara "la ley que ha sido aprobada por esta Cámara, donde se dice que el ICO debe dar créditos a las corporaciones locales para resolver los problemas de morosidad". "Todas estas cosas debe hacerlas por una razón de puro principio, porque la ley está por encima de usted y de todos los que estamos en la Cámara", agregó.

Sin apenas tiempo, el presidente del Gobierno se defendió con cierta resignación: "Usted sabe que hay una Ley de Presupuestos que el Gobierno debe acatar. Para que haya crédito de una línea especial tiene que hacer un crédito extraordinario y eso supondrá déficit. ¿Está dispuesto a incrementar el déficit para esa línea de facilitar endeudamiento a los ayuntamientos? No responde porque al final no tiene un criterio. No se atreve a decir que está a favor del déficit…".

En el segundo escalón de la sesión de control, la vicepresidenta primera y la portavoz del Grupo Popular se enfrascaron en una agria discusión sobre el veto del Gobierno a una proposición no de ley que instaba al Ejecutivo a suprimir la congelación de las pensiones incluida en el paquete de medidas para reducir el déficit. A pesar de que esta costumbre de intentar enmendar al cuarto de hora medidas aprobadas por el Pleno de la Cámara es una tendencia nueva en el parlamentarismo española, Soraya Sáenz de Santamaría se aferró al veto a la proposición no de ley y arremetió contra el Gobierno: "Ni los gobiernos de Felipe González ni de José María Aznar se atrevieron a tanto. Quizá porque en el PP nunca hemos tenido miedo a la democracia y jamás nos ha molestado como a ustedes debatir la alternativa". Y le pidió a De la Vega que se explicara.

La vicepresidenta, que entró de lleno en el debate de las pensiones, aseguró que el Gobierno ha devuelto a los pensionistas el "poder adquisitivo que ustedes les negaron ocho años", anunció que el 1 de enero (de 2011) "todos los pensionistas van a ver revalorizadas su pensión" y recordó que "seis veces hemos debatido en dos meses eso que usted quiere debatir, que no quiere debatir".

La portavoz popular se lanzó al cuerpo a cuerpo y le recordó a la vicepresidenta que tiene abierto un proceso en el Tribunal Supremo "por falsear el BOE y ahora poner trabas a la labor de este Parlamento". "Curioso currículum para quien aspira a un puesto en el Consejo de Estado", lanzó con bala.

La reacción de la número dos del Gobierno no se hizo esperar: "Cuando quiera hablamos de procesos en el Supremo, señoría. Un poquito de respeto, ¿eh?, de respeto a la ciudadanía en los temas judiciales que ustedes tienen y de los que nunca han dado cuenta. Con las pensiones, menos demagogia y más rigor".

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