Feria de Los Barrios

El recinto ferial, lleno hasta la bandera el último sábado de la Velada y Fiestas

  • Los linenses disfrutan más que nunca en una noche sin incidentes de importancia

El recinto ferial colgó en la noche del sábado el cartel de completo, en una madrugada donde los linenses y muchos visitantes de la comarca acudieron de forma masiva a casetas, atracciones y tómbolas, y aprovecharon también para disfrutar de los penúltimos bocados típicos de Feria, como papas asadas, patitas de pulpo a la plancha, perritos o los deliciosos gofres con chocolate.

El ferial presentaba en la madrugada del sábado al domingo un aspecto inmejorable que incitaba a La Salvaora a quedarse por unos días más y evitar que la explosión del castillo de fuegos artificiales pusieran fin -hasta el próximo año- a la Velada y Fiestas 2009.

Unas fiestas que serán recordadas por el buen ambiente que ha reinado en el ferial y por la falta de incidentes graves, al menos hasta la madrugada del sábado al domingo. Normalidad y tranquilidad son las dos palabras utilizadas por los agentes de la Policía durante toda la semana para definir el transcurso de las noches y dar fe de la falta de intervenciones de importancia.

El sábado, la gente se volcó al máximo con sus fiestas locales llegando al recinto ferial mucho antes de lo normal y haciendo de este fin de semana un día grande. El olor a Feria impregnaba las calles del centro, donde bares, restaurantes y terrazas hacían su agosto aprovechando el tirón de las fiestas.

Las casetas de Guan- Nai o Jaleo estuvieron abarrotadas desde bien pronto. En la primera todavía resonaban por sus paredes las comparsas de Antonio Martín del día anterior mientras que Jaleo mostraba en sus pantallas fotos con las poses más extravagantes de los concursantes de Gran Hermano que han pasado esta semana por la caseta, así como imágenes del público con Mister España 2003 o con los chicos de Fama.

Mientras tanto, los más pequeños junto con familiares apuraban los viajes en la montaña rusa y los coches de choques mientras pensaban cómo convencer a sus padres para volver el domingo tras los fuegos.

Sobre las 3:00 de la madrugada, la calle paralela a El Loteri, donde se ubican Mama Juana, Turí Turí o Los Quince, era un hervidero de gente y no cabía un alfiler. Las casetas incluso se vieron obligadas a cerrar las verjas a cal y canto ante la avalancha de jóvenes que allí se agolpaban y que no querían quedarse en la calle sin disfrutar de este último sábado bailando y tomando los últimos rebujitos y copas con los amigos. Toda esta bebida se consumió bajo una moderación exquisita. Hasta las 4:00 horas, los servicios de emergencias tan sólo habían atendido dos intoxicaciones etílicas. El resto de incidencias se debieron a cortes con cristales o pequeñas contusiones sin importancia.

Con todo, tanto el sábado como el resto de la semana, la feria de día en La Línea sigue siendo una asignatura pendiente. Muchos caseteros y socios programan actividades por el día como distintos almuerzos y actuaciones, pero todavía permanece esa prioridad de la noche para descansar por el día. El calor y las buenas playas tienen también mucho que ver.

La crisis no ha podido con la fiesta más importante de La Línea y la gente ha salido, según los caseteros, a divertirse y a pasarlo bien sin mirar la cartera. "Cuando nos levantemos el lunes de resaca y miremos la cuenta en el banco nos daremos cuenta de lo bien que lo hemos pasado", habrán pensado muchos.

Al cierre de esta edición, los linenses se preparaban para vivir las últimas horas de esta Feria de La Salvaora tras los fuegos artificiales.

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