Diego Martínez. Director del Certamen

"Bob Dylan tendría cabida en el Festival"

  • La gran cita con la cultura arranca este viernes con el centenario de 'El amor brujo' como eje. Con 4.200 localidades más que el año pasado, ya se han vendido el 92% de las entradas.

 El Festival de Música y Danza ya ha tomado las calles de la ciudad a través del FEX. Este viernes comienza el asalto a la Alhambra con el estreno de la versión teatralizada de Egmont de Beethoven,  con la Orchester Wiener Akademie y la presencia como narrador de Charles Dance, un actor reconocible para los hijos de los ochenta con su papel de diablo en El chico de oro. Diego Martínez afronta su tercera edición al frente de un ciclo que, para esta edición, ha conseguido mantener las tres semanas de programación y aumentar en 4.200 el número de localidades disponibles. Cada año, Martínez espera los datos de venta de entradas con cierta expectación para comprobar, sin interpretaciones y con claridad, la aceptación de sus propuestas; con el 92% de las entradas vendidas, ha pasado la primera prueba de fuego con nota.  Como era previsible, las más de 7.000 entradas para la versión de El amor brujo que la Fura dels Baus pondrá en escena en la Plaza de Toros volaron al momento, aunque  curiosamente, el primer concierto que para el que se agotaron las entradas fue el del guitarrista Pepe Romero, que tocará música de Ángel Barrios con la guitarra del maestro. En cuanto a los artistas granadinos, destaca la presencia de Marina Heredia y Estrella Morente, presencias ya más que habituales, a las que se suma la guitarra de Juan Habichuela Nieto, que da un paso de gigante en  su carrera en el programa en el que sólo tienen cabida los grandes nombres de la escena actual.

-La última novedad del Festival afecta al concierto inaugural, con la baja de última hora del actor John Malkovich, que será sustituido por Charles Dance, uno de los protagonistas de 'Juego de tronos'. 

-Malkovich no nos podía dar la seguridad absoluta de que iba a estar este viernes en la inauguración porque está rodando una película en una plataforma petrolífera. La semana pasada tenía que haber terminado el rodaje, pero como ha habido muchas inclemencias meteorológicas en esta zona se ha retrasado y hasta el  miércoles no sabía si iba a poder estar. En esas condiciones yo no podía comprometer la inauguración de un festival, con lo que al final nos hemos decantado por un gran actor que, además, está de moda por su papel en Juego de tronos, una serie que ya es casi un mito y donde Dance demuestra, una vez más, que es un actor de la máxima solvencia. El cambio de un actor o de algún bailarín es algo normal en una programación que abarca más de 160 conciertos.

-El año pasado la baja de última hora fue la del Ballet Nacional de España por la huelga de los bailarines, una compañía que ahora regresa pasadas las turbulencias por la negociación del convenio colectivo. En este sentido, ¿programar en el Centro Lorca dos actuaciones fue casi una temeridad teniendo en cuenta los precedentes?

-Había una fecha oficial para la inauguración que era el 5 de junio, algo que había salido en los medios y las instituciones que integran el Festival, que son las mismas del Centro Lorca, nos habían asegurado que iba a estar abierto para esa fecha. Es una pena lo de MagoMigue, pero una caída en moto es algo imprevisible. La otra actuación prevista para el Centro Lorca, el concierto de Win Mertens, agotó las entradas a los pocos días, pero con el traslado al Palacio de Carlos V  se pudieron poner más entradas a la venta.

-Esta edición regresa Víctor Ullate después de quejarse públicamente de que el Festival no hubiese contado con su ballet los últimos años. ¿Entiende que cualquier artista de prestigio crea que tiene que ser programado obligatoriamente si estrena una obra relacionada con Morente o con Lorca?

-Él ofreció estas declaraciones antes de saber si íbamos a contar con él, se adelantó a los acontecimientos. En esta edición partíamos con la duda de si íbamos a consolidar el festival de tres semanas, un espacio en el que tenemos capacidad para dar cabida a más proyectos. Pero en principio no teníamos esa decisión tomada, porque tenía que ver con el crecimiento del presupuesto. En cuanto hemos ido cuadrando cifras hemos ido cerrando el programa. Le quito hierro a esas declaraciones, sobre todo porque ya le dije en su momento que quería contar con él. Es lógico porque todos los artistas quieren estar en el Festival de Granada, pero nosotros tenemos que tener una visión artística y tenemos que programar según una línea, un festival no se basa en encajar actuaciones porque sí, tienen que tener una coherencia en torno a una idea musical y artística. 

-¿Ese aumento de presupuesto responde a los patrocinios privados?

-Crecemos poco a poco en las aportaciones públicas y, en mayor medida, en las contribuciones de las empresas, diez nuevas en esta edición, además de tener mayores ingresos en taquilla. Esto nos permite seguir haciendo un festival de tres semanas, que es la apuesta que yo siempre he tenido. Los grandes festivales europeos apuestas por tres semanas y este es el espejo en el que tenemos que mirarnos. 

-Sobre la OCG llegó a sobrevolar el fantasma de la desaparición, sobre todo por la deuda acumulada. ¿El Festival de Música y Danza no debe dinero a nadie?

-Nosotros nos mantenemos en un equilibrio económico, sobre todo porque ya no se pueden tener deudas por la naturaleza jurídica del Festival. El Festival nunca ha tenido el peligro de desaparecer, hemos pasado momentos complicados desde el punto de vista económico, pero no son problemas que puedan derivar en la desaparición. Al contrario, el Festival tiene una gran fortaleza, lo  que se demuestra en un récord histórico en cuanto a venta de entradas y recaudación. 

-Se suele hablar de la cultura como motor de desarrollo económico y turístico. ¿Hay una verdadera conciencia del valor de la cultura o se queda en una simple frase hecha?

-Me gustaría este año hacer una encuesta de satisfacción y otra de procedencia entre el público. Sabemos que muchos aficionados de España han comprado entradas, pero no tenemos el dato concreto. La cultura es un motor de desarrollo económico, una herramienta de desarrollo turístico, social y económico. La cultura supone cerca de un 4% del PIB, la actividad cultural en Granada desarrolla económicamente a la ciudad. 

-El FEX que arrancó ayer consigue que, durante más de un mes, las calles de la ciudad se llenen de actividades. ¿Granada debería apostar por programar cultura en las calles durante todo el año?

-Esa decisión no me compete a mí.  El Festival de Granada es el único de España, y uno de los pocos de Europa, que tiene esa idea de acercamiento al público, de música y danza cercana, de la implicación de las nuevas artes escénicas, de hacer de la calle un escenario. Los granadinos tenemos que convencernos de un Festival que cuenta con una parte académica de primer nivel con los Cursos Manuel de Falla, un FEX que irradia la cultura en la calle con actuaciones en la provincia como guinda y  con el remate de los conciertos en los palacios de la Alhambra. Es único, no existe en el resto de Europa, sólo quizás en Edimburgo.  El  FEX es un programa familiar, mis niños participan de un gran número de espectáculos. Acercamos la cultura a las familias y estamos formando a nuevos aficionados a la música, gente que cogerá el testigo de las generaciones actuales. Los niños, desde el comienzo, saben cómo tiene que ser su presencia en una actividad artística, algo que hace extraordinariamente bien el Festival de Granada.

-¿Cómo ha vivido la incertidumbre política de las últimas semanas?

-Como cualquier ciudadano, con la convicción de que el Festival aglutina a todas las fuerzas políticas y a todas las administraciones. El Festival es patrimonio de Granada, con una de las historias musicales más importantes, es parte de la historia musical de España, aquí está casi todo lo que se ha hecho en España en los últimos 65 años. Estoy convencido de que todas las instituciones, independientemente de quiénes las gobiernen,  siempre tendrán como objetivo potenciar esta cita.

-No hace falta 'vender' 'El amor brujo' de La Fura dels Baus o la presencia de formaciones como la Orquesta de París. ¿Qué actuación de menos relumbrón recomendaría a los espectadores?

-Hay una joya con la que tengo un especial interés, porque he tenido la oportunidad de ver los ensayos y una actuación previa antes del estreno en Granada; la Academia del Piaccere con la compañía de danza Antonio Ruz, es una de las propuestas más bellas de las que he podido contemplar a lo largo de mi vida. Es una obra de una belleza y de un concepto coreográfico extraordinario, hay danza contemporánea con una idea de buscar la música antigua, es una fusión  elegante, bien construida, con momentos divertidos...

-¿Cuándo comenzaron los ensayos de La Fura?

-Hace 15 días en Barcelona.  Cada componente de ese gran montaje hace sus ensayos;  los acróbatas, que utilizan unas grúas de grandes dimensiones, llevan tiempo trabajando, Marina Heredia y la Orquesta Joven de Andalucía también... En Granada habrá una semana de ensayos previos. Es una obra que tenía que estrenarse aquí con el centenario del estreno de El amor brujo.

-El año pasado el programa hizo un especial hincapié en la voz, algo que llevó a algunos críticos a demandar un ciclo sinfónico más amplio...

-Este año tenemos un ciclo sinfónico interesantísimo con dos conciertos de la Orquesta de París; en uno de ellos abordarán uno de las obras más importantes de la historia de la música, la Sinfonía número 2 de Sibelius y con un director importantísimo como Jukka-Pekka Saraste . Por otro lado, el concierto del día 5 contará con la presencia de Josep Pons, un especialista en la expresión de la música francesa, un hombre muy vinculado y querido por Granada. 

-El final del Festival con la Fura coincide con el concierto de Bob Dylan. ¿Hubiese sido factible programar este concierto dentro del Festival?

-Yo no voy a hablar de lo que hacen otras instituciones, es tiempo de alianzas, de sumar y no de restar, y hubiera estado bien tener la posibilidad de hablar con naturalidad. Está claro que la gente quiere comprar en el Festival, algo que demuestra que tenemos el 92% de las entradas vendidas, queremos que todas las sensibilidades musicales estén presentes, nos dirigimos a un público con distintas percepciones de la música y la danza, queremos mostrar cualquier proyecto que  cumpla los  criterios de calidad y excelencia.

-Entre el 7 y el 8 de julio se juntan en la ciudad los mencionados espectáculos junto al de Noa junto a la OCG. A este respecto, el director de la OCG, Andrea Marcon, mostró sus reticencias a esta colaboración...

-Nosotros invitamos a la OCG y recibimos la contestación de que estaban encantados. El año que viene tenemos una propuesta interesantísima con la OCG y este año tenemos a la orquesta y al coro en San Jerónimo, con una propuesta en torno al Barroco y a Vivaldi.Nosotros nos limitamos a plantear propuestas.

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