Pasarela

El médico de Jackson pidió grandes cantidades de propofol, el fármaco que mató al rey del Pop

  • El farmacéutico de Murray enviaba los paquetes a la casa de la ex pareja del doctor, cuya dirección había dado en lugar de la de su supuesta clínica de Los Ángeles.

En las semanas previas a la muerte de Michael Jackson, su médico personal, Conrad Murray, adquirió grandes cantidades del fuerte tranquilizante propofol, según declaró en la tarde del martes el farmacéutico Tim Lopez en el juicio contra el doctor

De acuerdo con Lopez, Murray argumentó que lo necesitaba para tratar a varios pacientes en su clínica de Los Angeles. Sin embargo,  en esos momentos el cardiólogo acusado de negligencia por la muerte del rey del pop sólo se ocupaba de Jackson. Murray no tiene ninguna clínica en Los Angeles, y dio como dirección la vivienda de su amiga Nicole Alvarez, agregó el farmacéutico. 

Alvarez, que tiene un hijo de dos años con Murray, confirmó ante la corte que en las semanas previas a la muerte de Jackson recibió paquetes en su vivienda para el médico. Según afirmó, no sabía nada sobre su contenido. 

Otros testigos señalaron que el día de la muerte de Jackson, el 25 de junio de 2009, el médico estuvo bastante tiempo al teléfono. Sade Anding, una camarera de Houston, dijo que después de hablar unos minutos con Murray el teléfono quedó en silencio y escuchó murmullos. 

"Escuché el murmullo de voces que sonaban como si el teléfono estuviera en su bolsillo o algo así, y luego escuché una tos y nadie respondió", declaró en el juicio que se celebra en Los Angeles. La fiscalía sugirió que Murray se dio cuenta en medio de la conversación de que su paciente no respiraba

Jackson murió por "intoxicación aguda" con propofol, y la fiscalía  acusa por ello a Murray de homicidio negligente. En cambio, la  defensa pretende demostrar que Jackson ingirió algunos medicamentos  sin conocimiento del médico y, de este modo, provocó su propia  muerte. 

Según el juez, el proceso podría prolongarse entre cuatro y cinco  semanas. En caso de ser declarado culpable, Murray se enfrenta a  hasta cuatro años de prisión. 

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