Cuando Chicho Ibañez Serrador y Emilio Aragón te dicen "chica, tú vales mucho", uno tiene que replantearse su carrera de Arquitectura. Esto le pasó a Nuria Roca, que llegó a la televisión por casualidad (se presentó a un cásting para la autonómica valenciana animada por sus amigos) a pesar de que por su cabeza nunca había pasado lo de ser presentadora. 17 años después, su carrera profesional continúa viento en popa. Hoy, precisamente, conducirá la gala final de Perdidos en la ciudad (Cuatro), la continuación de Perdidos en la tribu, que ha cosechado buenísimos resultados de audiencia en su primera temporada. En el plano personal, además, está casada con el crítico taurino Juan del Val desde el año 2000 y tiene tres preciosos hijos: Joan, Pau y la pequeña Olivia, de ocho meses.

l "Estando embarazada de mi tercera hija, Olivia, me recorrí toda España en helicóptero trabajando en 'Tu vista favorita'. A lo mejor por eso la niña me ha salido tan inquieta (...) Ja, ja, ja". "Hombre, trabajar con una tripa de ocho meses no es hacerlo en las mejores circunstancias, pero una tiene que adaptarse. Además, no es lo mismo un trabajo de oficina, sentada, que estar de aquí para allá. Te cansas más, hay cosas que no alcanzas a hacer ya... Pero si no hay más remedio, hay que hacerlo. No he sido ni la primera ni la última mujer que trabaja en estado, en avanzado estado como fue mi caso".

l "Mi sitio favorito de vacaciones es Ibiza y Formentera, las islas baleares en general. Allí puedo relajarme y descansar con mi familia". "Este verano iré, seguramente, donde siempre: a Ibiza, Formentera... Allí encuentro la paz y el descanso que necesito después de un duro año de trabajo. Esta vez se incorpora un nuevo miembro de familia, mi hija Olivia, que es muy pequeñita aún pero seguro que disfrutará mucho".

l "De Perdidos en la tribu me impresionó la capacidad de adaptación que tiene el ser humano a las circunstancias, sobre todo a las adversas. Yo no me veo capaz de emprender una aventura así, no me veo en Namibia, Indonesia o Kenia, no, no, la verdad. Prefiero transmitir la experiencia de ellos desde la pantalla". "Este formato que estamos haciendo, el de Perdios en la tribu y ahora Perdidos en la ciudad, tiene un trasfondo didáctico y de autocrítica social si lo miramos bien. Nos estamos examinando a nosotros mismos, a nuestra cultura, y también la de otros. Al hacer los castings nos sorprendió la cantidad de aventureros que hay por ahí. Yo no sería capaz. Prefiero verlo en la pantalla o ejercer de anfitriona, de transmisora de la experiencia de otros".

l "Me encantan las dos tribus, los mentawai y los himba. De los primeros me maravilla su racionalidad, de las mujeres himba su simpatía. Si tuviera que quedarme con una, sería con ellas, con las mujeres 'himba' porque me identifico más con ellas". "La humildad y el sentido del humor de las himba da que pensar. No tienen permitido lavarse porque esa es su cultura. Aquí abrían un grifo y se maravillaban de que saliera agua. No entienden que aquí tengamos de todo y aún así haya mendigos por la calle. A mi, al menos, me han enseñado a ser más generosa y a valorar lo que tengo".