El verano de 2010 ha sido uno de los más prolíficos de los últimos tiempos en cuanto a bodas. Ha habido de todo: enlaces reales, enlaces sorpresa y enlaces esperados. Es decir, para todos los gustos. Pero lo que no deja de ser cierto es que casarse está más de moda que nunca. Si no, que se lo digan a nuestros  famosos.

La temporada estival apenas vivía sus primeros momentos cuando asistimos a la boda del año, la de la princesa heredera de Suecia, Victoria, y su novio plebeyo, Daniel Westling. Ambos se unieron para toda la vida el pasado 19 de junio en una boda de cuento de hadas, una boda real que hacía años que no se celebraba en Europa. El anterior enlace real fue, de hecho, hace cinco años, el de Carlos de Inglaterra y Camilla Parker-Bowles. Es obvio decir que para esta ceremonia de otro heredero europeo, en este caso inglés, se prescindió de toda pompa porque las circunstancias lo requerían (era la segunda boda del príncipe y su ex, para colmo, había fallecido).

El caso es que la de Victoria de Suecia tuvo todos los ingredientes para protagonizar una romántica película. La pareja llevaba años peleando por su amor y en la ceremonia religiosa tanto él como ella no pudieron evitar emocionarse.

Al igual que se abrió, el verano se cerró también, recientemente, con otra boda que, si bien no era real estrictamente, sí concernía a un miembro de la realeza, al príncipe Nicolás de Grecia. Pese a que la realeza está abolida en Grecia, el hijo de Constantino y Ana María de Grecia disfrutó de un romántico y discreto enlace en las islas de Spetses el pasado 25 de agosto. La afortunada en 'cazar' a este soltero de oro de 41 años fue la bella suiza Tatiana Blatnik.

Pese a la relevancia de estos eventos, que contaron con la presencia de numerosos miembros de la realeza europea, la gran sorpresa del verano, en cuanto a bodas, ha sido la de Penélope Cruz y Javier Bardem. Se dieron el 'sí quiero' a principios de julio en el transcurso de una ceremonia que se desarrolló, bajo estricto secretismo, en Hawai. Pero tan en secreto llevó la pareja su unión que, a estas alturas, todavía no han trascendido más detalles de la celebración. Sólo se sabe que asistieron muy pocos invitados y, hasta hace poco, la revista Vogue no logró difundir, en exclusiva, el boceto del vestido de novia que lució la actriz. Era de John Galliano y muy similar a un modelo del mismo diseñador que Pe lució en Cannes en 2006. Eso sí, para  casarse llevó un tradicional velo cortito. Sea como fuere, a fin de cuentas y aparte del boceto del vestido cedido por el propio Galliano, no ha trascendido ni una sola imagen del día más especial de sus vidas para 'Pe' y Bardem.  

También en Hawai, y sólo ante seis personas, se casaron Brian Austin Green y Megan Fox. Parece que la cosa de dar sorpresas va de actores, porque también Orlando Bloom y Miranda Kerr dieron la feliz noticia de que se había casado en una ceremonia en Los Ángeles y después, volvieron a anunciar algo mejor aún: que están esperando su primer hijo.

Otra boda muy íntima, pero anunciada, fue la de Julio Iglesias y Miranda Rijnsburguer, con la que ponen el broche de oro a 20 años de relación. En España también hemos sido testigos de la boda de Lorena Bernal con Mikel Arteta, Christian Gálvez con Almudena Cid y Elena Ballesteros con Dani Mateo. Y fuera de nuestras fronteras también han contraído matrimonio otros personajes del mundo de la música y el espectáculo como Alicia Keys y Kaseem Dean, Hilary Duff y Mike Comrie o Anna Paquin y Stephen Moyer. Pero si hablamos de bodas originales, hay una que se recordará por encima de las demás: la de Robbie Williams y Ayda Field. La pareja se casó a principios de agosto en la mansión del cantante en Los Ángeles y los invitados acudieron creyendo que iban a una fiesta temática de James Bond.