La investigación abierta tras la muerte el miércoles de una mujer carbonizada en un vehículo en Motril, que no presentaba síntomas de violencia, se centra en averiguar si la fallecida es la dueña del coche, cuya desaparición fue denunciada hace unos días, y en las causas exactas del incendio.

El vehículo siniestrado está matriculado a nombre de Celia T.R., de 44 años, cuyos padres, residentes en San Roque (Cádiz), denunciaron hace unos días su desaparición, al igual que hizo el pasado día 10 una mujer de Fuenlabrada (Madrid), donde residía últimamente.

A los padres de esta mujer, que estaba soltera y en tratamiento psicológico, se les tomará en breve muestras de ADN para averiguar si la fallecida es ella, ya que el cadáver quedó irreconocible por las llamas. La trágica noticia tiene en vilo a los progenitores y ha creado un gran revuelo en San Roque, donde la familia era muy conocida por regentar un bar que, desde hace no mucho, tienen arrendado. Los resultados de los análisis genéticos, necesarios para la identificación, no se conocerán posiblemente hasta la próxima semana.

La fallecida llegó al parecer a Motril el mismo miércoles, y según el testimonio de los pescadores que había en ese momento en el lugar -la playa de Poniente de Motril- estaba sola y había extendido previamente sobre el coche algún líquido, se desconoce si gasolina.

Según explicó ayer a los periodistas el delegado del Gobierno en Andalucía, Juan José López Garzón, que se encontraba de visita en Atarfe, "ni legal ni científicamente" se puede confirmar de momento que la fallecida sea la mujer a cuyo nombre está matriculado el vehículo.

En averiguar ese aspecto y en aclarar las circunstancias del incendio se centra la investigación, según el delegado, que precisó que quienes la vieron poco antes del suceso dicen que estaba sola y que no apreciaron que estuviera "violentada en el sentido de que alguien la estuviera obligando" a algo.

El suceso ocurrió el miércoles en torno a las 20:30 horas en la playa de Poniente de Motril. Cuando un grupo de pescadores que se hallaban en la zona dio aviso al servicio de emergencias 112 de que había un vehículo, con matrícula de Cádiz, que estaba ardiendo. El coche estaba aparcado junto a un chiringuito de la playa, en un lugar al que tienen acceso los vehículos.