Llega el momento crucial de la línea de alta velocidad entre Granada y Antequera. Adif ya ha comenzado a mandar los informes pertinentes a la Agencia de Seguridad Ferroviaria, que es la entidad que debe validar la seguridad de la infraestructura y el paso previo a la segunda fase de pruebas, con trenes AVE de Renfe simulando la circulación comercial y, al tiempo, con la formación de los maquinistas.

Esta misma semana han terminado las pruebas de carga en los viaductos de la línea de alta velocidad y los datos obtenidos tendrán que ser contrastados con el proyecto inicial en aspectos como la deformabilidad de la estructura y su recuperación tras la desaplicación de la carga. Este proceso requiere de -un plazo para la elaboración de la documentación que completará el dossier que de forma obligatoria debe ser entregado a la Agencia Estatal de Seguridad Ferroviaria, que tendrá un mes para dar luz verde a la siguiente fase de pruebas, aunque el proceso puede alargarse si necesita pedir más informes adicionales a Adif.

La fase de pruebas está en su momento culminante, ya que la simulación comercial que deberá realizar Renfe a continuación no tiene la complejidad de las pruebas que se están desarrollando en la actualidad y, en el caso del AVE a Castellón, que tuvo más de diez meses de pruebas, esta fase se resolvió en apenas un mes.

Adif ha realizado también de manera "satisfactoria" las pruebas de cortocircuito en catenaria desde las subestaciones de Archidona e Íllora, pruebas necesarias para la circulación de trenes con tracción eléctrica. En los próximos días se seguirán realizando pruebas en el subsistema de energía, incluyendo la circulación de tren laboratorio, una vez han sido corregidos los defectos detectados en las primeras pruebas geométricas y dinámica de vía y catenaria.

Paralelamente, se continúa desarrollando y validando el software en laboratorio, que una vez validados tendrán que probarse en campo, así como ejecutándose pruebas de los sistemas de comunicación. El cumplimiento de estos hitos permitirá cerrar el dossier de seguridad para comenzar con las pruebas dinámicas de señalización, un proceso también complejo que podría retrasar el inicio de las pruebas de Renfe hasta después del verano.