Más de treinta alumnos del Conservatorio Victoria Eugenia de Granada podrían perder su beca de estudios (más de 2.500 euros) si de aquí a final de año la Delegación de Educación no les envía tres profesores de piano. Los estudiantes llevan todo el año sin cursar Piano Complementario (una asignatura de tercer curso de grado superior) porque no hay profesor. Esta demora en la contratación de personal obligará al centro a anular esta asignatura de la matrícula a los alumnos, perdiendo su derecho a beca puesto que no cursarán estos 45 créditos.

Además de revertir en su derecho a la educación esta circunstancia puede acarrear otros inconvenientes como el retraso de ciertos alumnos en la finalización de su carrera al menos un cuatrimestre más.

Los estudiantes se quejan de la escasa viabilidad de las opciones planteadas hasta ahora por la Delegación de Educación. Una de ellas, que profesores de otras especialidades les den clase de piano o que los docentes existentes se repartan para dar media hora de clase semanal en vez de la hora y media que les correspondería.

"La dirección del conservatorio lleva meses intentando solucionar este problema que cada vez es más grave. No entendemos cómo nadie pensó que los alumnos de todas las especialidades al margen de piano también tienen que cursar esta asignatura en tercero", argumentan los alumnos que reconocen que se han reunido cuatro veces con responsables de la Delegación de Educación aunque sin éxito.

Además han enviado un correo electrónico al Defensor del Pueblo y el viernes irán a verlo personalmente. "Si el problema no se resuelve iremos más allá y denunciaremos a la Consejería de Educación por privarnos de nuestro derecho a la enseñanza", alegan los estudiantes del conservatorio.

La sección de enseñanza del sindicato CCOO asegura que apoyará a los estudiantes afectados y que exigirá a la Consejería de Educación que proceda a la contratación de los docentes necesarios. Y es que la Junta de Andalucía obliga cada año al conservatorio a admitir a todos los alumnos aprobados aunque después no les garantice su derecho a la enseñanza, al menos durante cuatro meses.