El acceso a los dispositivos móviles a edades cada vez más tempranas es "Una nueva droga, que no mata, pero sí vuelve locos a los niños". Así consideró el juez Emilio Calatayud el acceso a los dispositivos móviles de los niños, lo cual cada vez se produce a edades más tempranas. En una charla celebrada en el colegio Monaita de Granada, bajo el nombre de 'Saber decir no también es educar', Calatayud reiteró que quitar la adicción a un móvil, en el caso de los menores, requiere de los mismos procedimientos que apartarlo de las drogas.

En este sentido, el magistrado afirmó que "no se sabe el alcance del daño moral que se puede infligir a un menor haciendo uso de los redes y los teléfonos inteligentes", por lo que advirtió de que cualquier delito que un menor comete dentro de un centro escolar tiene como responsable último al propio centro.

Así, indicó que la tableta o el móvil se han convertido en "niñeras" que parecen muy baratas, pero que a la larga salen muy caras, ya que pueden ser aparatos "muy peligrosos con los que cometer actos delictivos". Según el juez, padres y profesores tienen que recuperar la autoridad sobre los menores y hacerlo "sin complejos" porque, al fin y al cabo, ellos son los "responsables" de su conducta e incluso del hecho delictivo que pudieran llegar a cometer.