Granada

Aprender a hablar con los pacientes

  • La UGR organiza un curso de Comunicación médico-paciente para que los alumnos del sector sanitario superen futuras situaciones cotidianas como comunicar una mala noticia o negar una baja médica

Dos de cada tres profesionales de la sanidad aseguran haber sido agredidos física o verbalmente por alguno de sus pacientes, según un estudio de la Universidad de Zaragoza. Para intentar atenuar estas cifras, la Universidad de Granada ofrece a los alumnos de Farmacia, Medicina, Enfermería y Odontología un curso pionero en España, en el que se intenta durante tres días mejorar la capacidad comunicativa de los futuros sanitarios con los enfermos.

"Antes había pacientes pasivos que respetaban los consejos de los médicos, pero ahora con internet creen que saben más que los profesionales. Se han convertido en im-pacientes", señala el director del curso, el doctor César Chung, quien apostó por un cambio del modelo paternalista al participativo.

Unos cincuenta estudiantes serán los que en esta cuarta edición interioricen cómo dirigirse a los pacientes desde las 16.00 a las 21.00 horas. Para lograr el mayor realismo posible, el taller cuenta con la participación de dos actrices -Clara Viola y Ana Ibáñez- que plantean a los aturdidos universitarios sus problemas.

"Disculpe, pero es que llevo dos horas haciendo cola y yo padezco hipertensión, y además estoy operada de un riñón y no sé si es que sólo me vais a atender cuando entre en silla de ruedas. Vengo a pedirte que me des la baja laboral porque yo así no puedo seguir y a que me recetes unas pastillas, para mi hijo que tiene gripe -bueno, ya no-, para el sueño...", narra Clara Viola, mientras el alumno intenta controlar la situación.

"Se ponen nerviosos porque para muchos de ellos es la primera vez que hablan con un paciente, aunque sea ficticio. Además nos metemos mucho en el papel y la gran mayoría se toma la representación en serio", explica Ana Ibáñez. "Queremos que este curso sea como un piloto de pruebas", matiza el decano de la Facultad de Medicina, José María Peinado Herreros.

Mientras la consulta médica se realiza en un cuarto habilitado para ello en el sótano de la Biblioteca de Biosanitarias, el resto de participantes en el curso -que comenzó ayer y terminará mañana- visualiza la entrevista en vídeo desde otra aula. "Los otros estudiantes aportan lo que ellos creen que hubieran hecho, que no tiene que coincidir con la del resto, pues cada profesional tiene su propia personalidad", según indica Peinado.

Asimismo, los profesores indican a los alumnos lo que está bien o lo que se podría mejorar, como presentarse o mirar a los ojos al paciente. "Este tipo de talleres no son para dar reprimendas a los alumnos", añade Chung.

El curso -que tiene un precio de 80 euros para los estudiantes- se divide seis talleres distintos, en los que se intenta abarcar todos los aspectos del trato con el paciente, como realizar una entrevista para averiguar el motivo de la consulta, comunicarse con un paciente difícil, aprender a asesorar a un enfermo para que dé su consentimiento sobre una operación (una extracción de matriz por ejemplo), cómo informar sobre el tratamiento que se le va a prescribir, conocer cuándo hay que respetar la intimidad de las personas y guardar el secreto profesional o mejorar la manera de dar malas noticias.

En este último caso, el doctor Chung asegura que hay que tener en cuenta lo que las personas desean saber y nunca decir el diagnóstico negativo de sopetón ni usando palabras 'malsonantes'. "Es mejor no usar la palabra cáncer, sino hablar de bultos o tumores y evitar dar las malas noticias en los pasillos rodeados de gente", aconseja Chung.

Además, el curso también contará con varias ponencias de profesores de distintas universidades de España y los alumnos, deberán -para obtener los créditos del curso- presentar a finales de mes un trabajo de varios folios sobre una consulta de un paciente real o, en caso de no tener acceso, sobre un caso sacado de internet.

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