dietas Con la llegada del verano aumentan las inscripciones en clínicas de adelgazamiento

Aprobado casi general para la operación bikini

  • La revista 'Eroski Consumer' ha visitado cinco centros de adelgazamiento de la ciudad, que se llevan un ajustado 'aceptable' de valoración media

El momento decisivo, y traumático, se acerca peligrosamente: hay que volver a enfundarse en el bikini o el bañador que hace apenas un año se ajustaba perfectamente y que ahora, tras los mantecados de Navidad, las torrijas de Semana Santa y la comodidad de la ropa de invierno, amenaza con no querer entrar donde antes cabía. Sí, arranca la operación bikini y, por tanto, comienza el particular agosto de los centros de adelgazamiento que han proliferado en los últimos años al amparo del culto al cuerpo.

Y para que no den a nadie gato por liebre, los expertos de la revista Eroski Consumer han visitado cinco centros de adelgazamiento de la provincia para comprobar si realmente ofrecen un tratamiento saludable y eficaz, si su personal está debidamente formado y si son establecimientos que ofrecen garantías sanitarias.

Las visitas se realizaron siguiendo unas pautas confeccionadas por los expertos en dietética y nutrición de Eroski Consumer. Se estudiaron los pasos a seguir para la identificación del problema de exceso de peso, la explicación del tratamiento, la profesionalidad y la atención demostrada por el personal del establecimiento.

En la provincia de Granada un técnico de la revista con un sobrepeso grado 2 (un exceso de peso de 15 kilogramos) analizó cinco centros de adelgazamiento. Y el resultado global no resulta satisfactorio, aunque todos obtuvieron el aprobado general. Los centros mejoran el 'regular' de nota media general pero tienen que conformarse con apenas un 'aceptable'. Eso sí, la calificación obtenida en esta evaluación mejora sensiblemente la de hace cuatro años, cuando los centros analizados se llevaron un 'deficiente'.

Por apartados, la peor nota de estos centros consagrados a la operación bikinis se la lleva la adecuación del tratamiento que se recomienda para bajar esos kilitos de más. Según Eroski Consumer, dos de los cincos establecimientos analizados fueron penalizados ya que sugerían un tratamiento basado en 'productos estrella' , "una práctica poco recomendable ya que ni enseñan hábitos alimenticios saludables ni sirven para mantener a largo plazo la reducción de peso".

Respecto a la duración, lo más aconsejable es que ese programa de adelgazamiento se mantenga hasta que se consiga llegar al objetivo inicialmente propuesto y no cuando el paciente lo decida o fijando una fecha concreto. Además, durante el tiempo del tratamiento los expertos aconsejan que no se baje más de un kilogramo por semana, algo que se cumple en todos los centros analizados por Eroski Consumer de forma satisfactoria.

En el apartado de la identificación del problema de exceso de peso, los centros granadinos tienen una calificación mejor, aunque tampoco pasa del 'aceptable'. Aun así los expertos de Eroski Consumer destacan algún ejemplo positivo entre los centros granadinos: todos preguntaron al paciente si se había hecho recientemente un análisis de sangre, aunque ninguno tomó la presión arterial o preguntó al colaborador de la revista si estaba tomando alguna medicación.

Donde mejor nota se llevaron los cinco centros granadinos fue en la visita a los establecimientos (merecedora de un 'bien') y la atención al cliente ('muy bien'). De los cinco centros analizados, tres de ellos consiguieron aprobar el examen de Eroski Consumer y dos se quedaron a las puertas.

Los expertos de la publicación también se fijaron en los efectos que estos centros de adelgazamiento y sus tratamientos pueden tener en los bolsillos de los clientes. De los centros visitados en la capital granadina, todos ofrecían la primera consulta de forma totalmente gratuita. Una vez propuesto el tratamiento, había centros que cobraban por consulta o por la compra de productos, alcanzando el precio medio del seguimiento los 53 euros, 25 menos que la media general.

Algunos centros cobraban por el tratamiento completo (con un coste medio de 444 euros, bastante inferior a los 1.437 euros de la media general), lo que convierte a Granada en la ciudad más económica para la operación bikini a precio cerrado -otra cosa es el pago por sesión-.

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