La Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento inició ayer los trabajos previos para la reparación del arcén de la autovía de la A-44 a su paso por Vélez de Benaudalla que resultó afectado el viernes pasado por un deslizamiento del terreno.

Al respecto, la Subdelegación del Gobierno en Granada ha precisado que los trabajos, que previsiblemente "se prolongarán durante unos días", consistirán en recalzar el muro para estabilizar el deslizamiento.

Operarios de la Demarcación de Carreteras iniciaron ayer los preparativos para la reparación, y no será hasta hoy cuando comiencen a actuar las máquinas si el tiempo lo permite. Como medida de precaución se cortará al tráfico uno de los carriles de la autovía, según la Subdelegación.

El deslizamiento, registrado en el kilómetro 181 -en sentido Motril- de la A-44 provocó el viernes pasado el levantamiento de una parte del arcén sin que se vieran afectados los carriles abiertos al tráfico, según informó entonces la Subdelegación del Gobierno.

Tras detectarse la incidencia se desplazaron al lugar técnicos de la Demarcación de Carreteras del Ministerio de Fomento que, tras evaluar la situación, consideraron que la incidencia no conllevaba riesgos para el normal funcionamiento de la autovía.

El movimiento de tierras que levantó parte del asfalto obligó entonces a la Guardia Civil a regular el tráfico en la zona. El incidente ocasionó también la caída de las biondas y de la señalización vertical de la autovía y afectó al tramo inaugurado el pasado verano. La Guardia Civil tuvo que controlar el tráfico en la zona para que sólo pudiese usarse un carril en dirección a Motril, según informó el instituto armado.

La que sigue cortada al tráfico es la Carretera de la Cabra (A-4050), que une Almuñécar con Padul, debido a otro desprendimiento en el kilómeotro 30 que tuvo lugar el sábado. Aunque las previsiones estimaron que el cierre apenas duraría un día, lo cierto es que aún permanece cortada.