Granada

BMN, obligado a un segundo plan de recortes que suprimirá 530 empleos

  • Los representantes de la entidad presentaron el miércoles a los sindicatos un plan de viabilidad que contempla también el cierre de 120 oficinas y una reducción salarial del 5% durante dos años

La segunda reforma financiera será de todo menos pacífica. Las nuevas exigencias del Gobierno a las entidades bancarias -que tienen dos años de plazo para llevar a cabo un saneamiento de 52.000 millones de euros entre provisiones y colchón de capital- han cambiado los planes de muchos, incluidos los de BMN. La entidad formada por CajaGranada, Caja Murcia, Sa Nostra y Caixa Penedés, tendrá que llevar a cabo un nuevo plan de ajuste que afectará a 530 puestos de trabajo.

El pasado miércoles tuvo lugar un encuentro entre los sindicatos con representación en BMN y los portavoces de la empresa para poner sobre la mesa el plan de viabilidad de la entidad hasta 2016. Según la información aportada por la Sección Sindical de UGT en BMN, el plan de negocio de la entidad para los próximos cuatro años pasa por "una estrategia corporativa de fusiones o adquisiciones y con la propuesta de una segunda reestructuración laboral".

En un documento colgado en el blog de la Sección Sindical, UGT explica que el objetivo de la entidad es alcanzar un acuerdo antes del 31 de marzo sobre esta nueva reestructuración, "que plantea drásticas medidas": un Expediente de Regulación de Empleo que afectará en total a 650 empleados del banco y una adaptación del convenio colectivo para el resto de la plantilla.

En concreto, BMN ha propuesto a las centrales sindicales un plan que contempla la extinción de 530 contratos -que se suman a los 120 del ERE en vigor, por lo que en total se suprimirán 650 empleos-, el cierre de 120 oficinas, una reducción salarial del 5% durante dos años, y la suspensión rotatoria durante dos ejercicios de 800 contratos durante tres meses cada uno, según detallaba ayer Europa Press. En la propuesta, la empresa asegura que el plan de reestructuración pretende "adecuar el volumen de plantilla a las necesidades reales de BMN, adecuar los costes de personal a las posibilidades reales del banco, teniendo en cuenta la coyuntura económica en la que nos encontramos y armonizar las condiciones laborales".

La respuesta de los sindicatos ante esta propuesta empresarial ha sido contundente. En un comunicado conjunto firmado por todas las secciones sindicales con representación en BMN, los portavoces de los trabajadores calificaron de "inmoral" la iniciativa del banco. Según los sindicatos, el nuevo plan de viabilidad "responde con medidas irreversibles, despidos y derogación de todas las condiciones sociales a necesidades de saneamiento y capitalización oportunistas de los mercados" y "carga y pone el peso en un ajuste de empleo, abaratando las condiciones de salida hasta límites inaceptables".

La Sección Sindical de UGT en BMN señala, además, que la entidad ya tiene identificados los eslabones "supuestamente débiles" de las plantillas: "los empleados de Servicios Centrales y de oficinas pequeñas y poco rentables en general y las condiciones laborales de CajaGranada y Sa Nostra en particular".

El presidente de CajaGranada y vicepresidente segundo de BMN, Antonio Jara, confirmó ayer a Granada Hoy que la entidad financiera ha planteado "un ajuste muy duro" que supondrá la extinción de los contratos de 530 trabajadores. Sin embargo, Jara reiteró que la reunión del pasado miércoles fue "el inicio del proceso de negociación" y que aún no hay nada cerrado. "La propuesta se ha acogido con mucha dureza y es verdad que las condiciones son muy duras", reconoció el vicepresidente segundo de BMN, que apuntó que este segundo plan de reestructuración viene marcado por el nuevo decreto del Gobierno para sanear el sistema financiero español.

El presidente de CajaGranada apuntó que la idea es llevar a cabo este nuevo plan de ajuste a lo largo del año 2012, de forma que a finales del ejercicio el banco esté completamente saneado.

Los sindicatos, mientras tanto, demandan que no haya "ni una medida traumática" y exigen "la vuelta a un clima y un marco de negociación donde las propuestas y las soluciones se caractericen por la prudencia y la racionalidad que la situación requiere".

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