La integración de Bankia y BMN alcanza hoy su punto más conflictivo: la negociación del Expediente de Regulación de Empleo (ERE) que la nueva entidad fusionada llevará a cabo, que supondrá la salida de alrededor de 2.510 trabajadores. Tras la finalización de los contactos previos que la entidad ha mantenido con las principales fuerzas sindicales en el mes de diciembre, hoy arranca la negociación oficial del proceso de regulación de una entidad que cuenta en la actualidad con 17.531 empleados.

Precisamente ayer el presidente de Bankia, José Ignacio Goirigolzarri, hizo referencia al proceso de integración durante la entrega del premio al directivo del año del Colegio de Economistas de Valencia. El responsable de la entidad con la que se ha fusionado BMN -y de la que ahora es accionista la Fundación CajaGranada-, aseguró que la guía que está siguiendo Bankia en el proceso de integración es "la meritocracia".

Goirigolzarri se muestra "satisfecho" por la operación y garantiza que se cumplirán los plazos

Goirigolzarri indicó que el empeño de la entidad es "crear un proyecto profesional y meritocrático", sin tener en cuenta la procedencia de los trabajadores. "La meritocracia es la única referencia para Bankia, y no las entidades de origen", lo que significa que en el proceso de ajuste laboral los trabajadores de BMN no tienen más que perder que los de Bankia.

"Estos mismos principios, que aplicamos desde hace cinco años, son los que estamos aplicando hoy", comentó el presidente de Bankia, que puso en valor la importancia del ejemplo personal en el liderazgo de los equipos. "Nadie puede exigir a un colaborador suyo que haga algo que él minos no está dispuesto a hacer, puesto que solo el ejemplo legitima el liderazgo".

José Ignacio Goirigolzarri aseguró que de momento está "muy satisfecho de cómo está evolucionando el proceso", y adelantó que se van a cumplir "todos los calendarios" que se han ido dando a conocer. Además, mostró su confianza en "la capacidad de Bankia para la integración y generación de sinergias".

En el ajuste laboral planteado inicialmente por la entidad -que juega un importante papel en el ahorro de costes y la generación de sinergias-, están prevista la salida de 1.118 trabajadores de la red comercial (se cerrarán unas 99 oficinas, 14 de ellas en Granada) y otros 817 de servicios centrales. Además, se prevé un recorto de 200 puestos con motivo de la digitalización y la salida de unos 375 empleados que se encuentran en excedencia voluntaria.