El BioDomo del Parque de las Ciencias ya tiene su primer año de vida. Este espacio dedicado a la biodiversidad del planeta se ha consolidado como uno de los atractivos más destacados del museo y un lugar de referencia para los turistas de Granada con más de 216.000 visitantes desde su puesta en marcha.

Durante este año, el pabellón se ha mostrado como un espacio vivo donde las especies animales y vegetales se han ido adaptando con diferentes ritmos según su naturaleza. Según explicó ayer la institución, algunos de los espacios se han ido modificando en función de las necesidades para garantizar el bienestar de los habitantes del BioDomo. Asimismo, en los últimos meses se han incorporado nuevas especies como distintos ejemplares de Turaco, un ave africana muy particular, cuyos colores vivos se deben a pigmentos que solamente se encuentran en la naturaleza en el plumaje de estos pájaros. Junto a esta especie, otras aves como el Arasarí verde, el Ibis escarlata o el Tití de cabeza blanca, han pasado a formar parte del BioDomo. También los acuarios han recibido nuevas incorporaciones, como el Galápago asiático moteado, e incluso ha tenido lugar el nacimiento de una cría de la pareja de Muntjac que habita en el espacio de la jungla asiática. Todos ellos se han sumado a las cerca de 200 especies, entre animales y plantas, que habitan en el BioDomo.

El compromiso del BioDomo con la conservación del medio ambiente ha motivado, por ejemplo, que este espacio acoja la exposición de Observadores del Mar. Tu mirada es el cambio, que muestra el proyecto del Instituto de Ciencias del Mar del CSIC y cuenta con la participación de los ciudadanos para el control de la salud de los océanos en aspectos como la acumulación de basuras, la proliferación de especies invasoras o el aumento de la temperatura en nuestras costas. Esta exposición se podrá ver en la terraza del BioDomo hasta el próximo 20 de agosto.

El BioDomo también ofrece en este espacio información sobre los proyectos sociales en los que colabora, como el que se está desarrollando en Madagascar junto a la Fundación Agua de Coco.

Además, se han establecido talleres educativos así como proyectos de investigación en colaboración con la UGR, donde se han realizado estudios en los acuarios y la zona tropical.