Cuando uno ve a un anciano por la calle, lo que menos se imagina es que esa persona pueda ser un delincuente. "¿Cómo ese abuelo entrañable puede ser el autor de algún delito?", podrían preguntarse, pero realmente esto ocurre en más ocasiones de las que uno se puede imaginar. No hay que echar mucho la vista atrás para rememorar el que se postula como uno de los robos más famosos de la historia, que recorrió el mundo entero.

Los autores fueron un grupo de ancianos que, cuando parecía que se reunían para contar antiguas batallas y vivencias, lo que realmente hacían era planear un verdadero robo que quedó para la historia.

El golpe tuvo lugar en Londres, en abril de 2015, y se llevaron 275 millones de euros entre dinero y joyas. Pusieron en jaque la seguridad de una de las joyerías más famosas de la capital inglesa, el Hatton Garden, pero lo sorprendente de esta banda era la media de edad de los atracadores, la cual estaba situada por encima de los 60 años.

Es cierto que en España no hay casos tan populares como éste. Sin embargo, durante los últimos años varios titulares del tipo "Detenida una mujer de 75 años por simular un atraco", "Piden cárcel para un anciano que se quedó dinero de su hermana" o "Arrestan a un hombre de 78 años por apuñalar y golpear a su mujer" han ido apareciendo en los medios de comunicación. ¿El motivo? Que al contrario de lo que sucede con el resto de grupos de edades, los delitos cometidos por ancianos están en auge.

En la actualidad, el 5,2% de los delincuentes españoles tiene más de 60 años, una tendencia que también se ha comprobado en Granada, según se muestra en el último balance anual del Ministerio del Interior, provincia que además se postula como la única de Andalucía donde aumentaron los delitos durante el último año.

El pasado 2016, un total de 8.595 detenciones tuvieron lugar en la provincia granadina, tan solo 157 más que el año anterior. A priori, no parece que el dato pudiese ser muy alarmante, pues en comparación con el 2015, solo subieron un 1,3%. Sin embargo, Granada fue la única provincia de Andalucía donde aumentaron las imputaciones e infracciones penales.

Estos números hacen además que la provincia granadina se sitúe como la décimo primera con mayor aumento a nivel nacional, sobre todo debido al incremento de delitos cometidos por mujeres, pese a que el género masculino sigue siendo el que más hechos delictivos comete. En concreto, los delitos cometidos por mujeres han crecido un 12,9% en comparación con el año anterior, lo que sitúa a Granada como la séptima provincia española en la que más se han incrementado las detenciones femeninas (1.523).

Hombre de entre 18 y 30 años. Este es el perfil que más abunda entre los delincuentes granadinos. Durante el 2016, un total de 2.300 varones de este grupo de edad fueron detenidos en la provincia, lo que supone un ligero descenso frente a los 2.344 del año anterior.

Sin embargo, si a estas detenciones se suman las del género femenino -599 detenciones, frente a las 511 del 2015-, hacen que la franja de edad comprendida entre los 18 y 30 años sea la que se postule como la más delictiva de la provincia. En este ámbito, Granada se postula como la segunda provincia andaluza con más aumento según este rango de edad, siendo junto con Jaén, la única provincia en la que no han disminuido los delitos cometidos por jóvenes entre 18 y 30 años.

Tras este grupo, el segundo grupo de edad que más delinque sería el que va entre los 41 y los 64 años. Durante el 2016, un total de 2.268 varones de este rango de edad fueron detenidos en la provincia, frente a los 2.623 del año anterior. Mientras que las detenciones de mujeres crecieron un 14,6%, al pasar de las 363 de 2015, a un total de 416.

Durante los últimos años, el número de detenidos de mediana edad ha ido creciendo hasta el punto que el pasado 2016, Granada se convirtió en la segunda provincia con más aumento de Andalucía, y la décimo tercera del panorama nacional.

El pasado año también subieron las detenciones de menores, ya que se pasó de las 471 de 2015 a 539. Sin embargo, todo lo contrario ocurrió con el grupo de edad comprendido entre los 31 y los 40 años. Según recoge el balance del Ministerio, las detenciones de este rango de edad bajaron un 4,3% en comparación con el año anterior, ya que tuvieron lugar un total de 2.234, frente a las 2.334 del 2015.

Pero si hay un grupo de edad que destaca sobre el resto es, sin lugar a dudas, el de personas de más de 64 años, en el que se ha comprobado un crecimiento delictivo que casi alcanza el 20%. En total, Granada registró el pasado año 239 detenciones de personas de avanzada edad, frente a las 200 del año anterior. Este incremento ha hecho que la provincia se postule como la segunda en la que más han aumentado los delitos cometidos por personas de la tercera edad, solo superada por Almería, mientras que a nivel estatal se coloca en decimosegunda posición. De este modo se demuestra cómo los delitos cometidos por ancianos no dejan de crecer, por lo que una vez más se pone de manifiesto que el crimen no entiende de edad.