Semana Santa de Granada 2008

El Centro de Atención al Costalero de Granada atiende a 454 costaleros más que 2007

  • El Centro de Atención al Costalero "Jesús del Gran Poder" de Granada ha atendido en Semana Santa a 740 personas, 454 más que el año anterior, la mayoría por dolencias cervicales (30,50%), lumbares (23,92%) y de hombros (22,15%).

El Centro de Atención al Costalero "Jesús del Gran Poder" de Granada, que ofrece atención fisioterapéutica y nutricional a los costaleros, ha atendido en Semana Santa a 740 personas, 454 más que el año anterior, la mayoría por dolencias cervicales (30,50%), lumbares (23,92%) y de hombros (22,15%).

En declaraciones a Efe, la coordinadora del centro, Montserrat Artemir, ha explicado que el 90 por ciento de las asistencias fueron realizadas a hombres y el resto a mujeres costaleras, y que todos solicitaron tratamientos de fisioterapia.

El informe de 2008 recoge que el 90 por ciento de los encuestados ha padecido graves problemas de musculatura al "no estar completamente verticales debajo del paso", según Artemir, quien ha explicado que en los tres momentos de la "levantá", los costaleros han adquirido una mala postura con el pecho hundido para mantener el equilibrio.

Asimismo, los podólogos han observado al mismo tiempo que la carga se desplaza más hacia un lado del cuerpo en la mayoría de los costaleros, debido a escoliosis en la columna vertebral y dismetrías en los niveles de las caderas, por lo que sugieren para la próxima Semana Santa una "reeducación postural".

Con respecto a la nutrición, el informe destaca que "prácticamente el único alimento" que consumían los costaleros tras la estación de penitencia fue el bocadillo, y en algunos casos los caldos caseros que aporta cada hermandad, mientras que sus comidas antes de la salida solían contener mayoritariamente hidratos de carbono, sobre todo en forma de pasta.

Al igual que en la Semana Santa pasada, los costaleros muestran "desconocimiento" sobre la correcta hidratación antes, durante y después de la estación, según los resultados de las encuestas, que recogen que un 67 por ciento espera a tener sed para beber, una situación no recomendable.

El informe señala que el 86 por ciento de los encuestados ha consumido alcohol antes, durante y después de la estación de penitencia, la mayoría posteriormente, por lo que concluye que los consejos sobre sus consecuencias fisiológicas adversas "no han tenido demasiado éxito a la hora de que cambiaran de opinión, por ser una práctica muy extendida en el mundo costalero".

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