Las hortalizas y las verduras deberían ocupar un lugar importante en cualquier dieta. Aportan principalmente carbohidratos, vitaminas, minerales y agua. De sobra es conocido lo saludables que son, pero en el Hospital de Baza tendrán un doble valor ya que han instalado un huerto en un terreno anexo a sus instalaciones con el fin de que los pacientes ingresados en la unidad de salud mental desarrollen una actividad lúdica y terapéutica. El éxito de esta actividad, que comenzó el pasado mes de abril, se debe en gran medida a que son los propios pacientes los que aportan su experiencia y conocimientos en labores agrestes. El cultivo del huerto, que cuenta con más de cien metros cuadrados, se inserta en el programa ocupacional que desarrollan los profesionales de esta unidad y con el que se pretende facilitar a los usuarios la tolerancia al ingreso, la toma de iniciativas y la adquisición de responsabilidades.

Esta iniciativa se enmarca dentro del II Plan Integral de Salud Mental (II PISMA) puesto en marcha por la Consejería de Salud, cuyo principal objetivo es ofrecer una atención adecuada a las personas con trastornos mentales. Dicho plan incorpora el principio de equidad, lo que supone el compromiso de trabajar en la reducción de las desigualdades detectadas, en la protección de las personas más vulnerables, prestando especial atención a garantizar los derechos de quienes padecen una enfermedad mental grave, y en el respeto a la identidad cultural.

La unidad de hospitalización de salud mental de Baza está atendida por un equipo multiprofesional formado por psiquiatra, enfermero, auxiliar de enfermería y celador, que cubren las 24 horas al día, y en turno de mañana un psicólogo clínico y una auxiliar administrativo. Esta unidad cuenta con 10 camas para pacientes ingresados. Recientemente se han realizado diversas reformas para mejorar la comodidad de los pacientes y la seguridad del edificio, como mejoras en la infraestructuras contra incendios o la renovación de mobiliario.