Un cortocircuito en una cabina de rayos UVA obligó a desalojar ayer, poco después de las tres de la tarde, a parte de los visitantes del Centro Comercial Neptuno. Aunque no hubo ningún herido y la clienta que se encontraba recibiendo la sesión salió ilesa, fue necesario trasladar a uno de los vigilantes jurados a un centro sanitario para recibir asistencia médica por inhalación de gas tóxico.

Fue la propia mujer que se encontraba en esos momentos tomando rayos UVA en el establecimiento Venus la que avisó a la propietaria al "sentir un aumento de la temperatura anormal", según fuentes del Parque de Bomberos de la zona Norte.

Las dos abandonaron el comercio y pidieron ayuda a los guardias jurados del Centro Neptuno porque los plásticos de la cabina se encontraba en llamas.

Aunque el grupo de seguridad del edificio logró sofocar las llamas antes de que llegaran los bomberos, uno de los guardias tuvo que ser trasladado en ambulancia hasta el Hospital Virgen de las Nieves para recibir oxígeno.

El vigilante jurado fue el único que tuvo que recibir asistencia sanitaria, aunque se hizo necesario evacuar a los visitantes de parte del Centro Comercial Neptuno debido a la densidad de la humareda que se había producido al arder los plásticos.

Un total de once bomberos, nueve de la Parque Sur y dos del Norte, en cuatro vehículos, se trasladaron hasta el centro comercial debido a la cantidad de material inflamable que albergan los establecimientos como medida de prevención.

Gracias a que a esa hora las instalaciones no están muy concurridas, sólo se desalojó del edificio a poco más de una treintena de clientes.

Aunque el incendio no revistió gravedad, la densidad del humo obligó a los bomberos a intentar una ventilación natural y luego, a invertir el funcionamiento del sistema de aire acondicionado del centro para extraerlo.