La Subdelegación del Gobierno en Granada acogió ayer la primera reunión con representantes del sector sanitario para tratar uno de los temas que más preocupa a los profesionales: las agresiones, una lacra que se no deja de crecer y para la que se exigen medidas. El encuentro se enmarca en el nuevo protocolo creado por el Ministerio del Interior, en colaboración con el de Sanidad, sobre medidas policiales a adoptar frente a las agresiones al personal sanitario. Un protocolo global que ahora tendrá que adaptarse a los territorios, definirse y crear medidas concretas de actuación.

Pero para comenzar incluye un cambio fundamental para abordar la coordinación y seguridad: la figura del Interlocutor Policial Territorial Sanitario tanto en Policía Nacional como en Guardia Civil y que será la persona referente para coordinar las medidas del protocolo y relacionarse con los interlocutores del sector, con lo que se ganaría en eficacia. Esta figura será el nexo de unión entre las fuerzas de seguridad y los centros sanitarios de su ámbito territorial. Así, habrá un interlocutor sanitario en la Policía Nacional para el caso de la capital, Baza y Motril; y de la Guardia Civil para el resto de la provincia. Ambos fueron presentados ayer a los asistentes para fijar futuras reuniones de trabajo con las que materializar ya las medidas en una mesa técnica para plantear los nuevos modos de actuación y analizar y evaluar las medidas adoptadas para garantizar y prevenir las agresiones.

Se celebrarán mesas técnicas para fijar las medidas en base a un mapa de riesgos

Entre las medidas, además de un mapa de riesgos, se incluyen 'rondas' especiales en centros y horarios de riesgo por parte de agentes para prevenir y mejorar la sensación de seguridad al profesional.

A la reunión asistieron el subdelegado del Gobierno en Granada, Francisco Fuentes; el presidente del Colegio de Médicos, Jorge Fernández; el presidente del Colegio de Enfermería, Jacinto Escobar; el secretario provincial del sindicato de Enfermería Satse, José Sánchez, y Vicente Matas en representación del Sindicato Médico.

Entre los objetivos está el dar una respuesta inmediata de ámbito policial en caso de agresión, tanto física como verbal. Pero no sólo eso, los representantes del sector incluyeron también la necesidad de actuar en la prevención, por lo que solicitaron formación por parte de los cuerpos de seguridad a los profesionales no sólo a la hora de actuar ante una agresión sino también en el momento previo o situaciones de tensión que se pueden frenar evitando así agresiones.

El Subdelegado del Gobierno, Francisco Fuentes, destacó la "excelente" relación con los colegios profesionales y sindicatos y explicó que con el nuevo protocolo "el Gobierno, consciente de la preocupación del sector sanitario ante el incremento de agresiones, da respuesta a una reivindicación de los profesionales sanitarios para incrementar su seguridad y sientan que están protegidos y amparados".

José Sánchez, del sindicato Satse, insistió en el encuentro en el "repunte" de las agresiones sanitarias que se está produciendo en Granada e insistió en que hay que mejorar la "formación" de los profesionales "para saber detectar las situaciones de peligro, cómo actuar y poder frenarlas", y mejorar también la asistencia una vez producida la agresión. Además, insistió en la necesidad de "educar a la población".

Desde el Sindicato Médico consideraron la medida como "positiva" para "mejorar" la atención a los profesionales y frenar las agresiones, por lo que esperan que también sirva para "concienciar, formar e informar" a la población.

El presidente del Colegio de Médicos, Jorge Fernández, calificó de "interesante" el encuentro para luchar contra las agresiones, "que preocupan a todo el mundo". Fernández insistió también en la información al profesional ya que aún "hay muchas agresiones que no se denuncian". También indicó la importancia de que las fuerzas de seguridad hayan hecho un estudio provincial de los centros con mayor riesgo, aunque plasmó l a necesidad de "completarlo" con la información del propio Colegio y del sector ya que hay situaciones con particularidades a incluir.

Desde el Colegio de Enfermería, Jacinto Escobar mostró su "satisfacción" por este paso e incidió también en las medidas preventivas tanto con profesionales como con usuarios. Pero insistió en que "falta una pata", y es "mejorar las condiciones de trabajo ya que muchas agresiones se producen por frustración del usuario ante la asistencia". De hecho, tanto colegios como sindicatos insistieron en la necesidad de incorporar a la Consejería de Salud a las mesas técnicas para coordinarse con sus planes contra las agresiones, recibir los datos de personal y su propio mapa de riesgo de su plan de prevención de las agresiones.