Los responsables de trasplantes del Ministerio de Sanidad, las comunidades autónomas y los propios hospitales acreditados para la realización de estas intervenciones quirúrgicas trabajan a diario por conseguir donaciones que salven la vida de personas. Una labor nada fácil por el cambio del perfil del donante y que obliga a buscar diariamente nuevas opciones.

Desde hace unos años la Organización Nacional de Trasplantes apuesta por el donante de vivo (suponen el 15% de los trasplantes que se realizan en Granada) para aliviar al menos la lista de espera de trasplante renal ya que una persona viva sólo puede donar un riñón. Con el otro se garantiza que puede vivir perfectamente. Así, primero se aplicó el donante vivo para dar el riñón de forma directa a un familiar con el que se es compatible, después llegaron los trasplantes cruzados (entre parejas de toda España) y ahora viene el buen samaritano, la última opción ya para conseguir órganos. Y en Granada estamos 'abonados' a todos los programas. En cadáver, además de la donación multiorgánica por fallecimiento traumático está la donación en asistolia y en muerte encefálica.

Para casos de hígado, corazón o pulmón, por ejemplo, la única opción, por cuestiones evidentes, es la de donante cadáver, aunque para determinados casos de hígado se puede donar un pequeño trozo.

Y todo porque ha cambiado el perfil del donante multiorgánico. Antes había más fallecidos (y más jóvenes) debido a las muertes por accidente de tráfico mientras que ahora la gran parte de las donaciones son por muerte cerebral, que se producen en más medida en personas mayores. "De los 35 donantes cadáver que llevamos en lo que va de año más del 50% tenían más de 60 años y tres eran mayores de 80", explicó el coordinador sectorial de trasplantes Granada-Jaén, José Miguel Pérez Villares.

"Las ventajas es que con el órgano de vivo está demostrado que se mejora la calidad de vida y la supervivencia del paciente ya que los enfermos no entran en técnicas de depuración como la hemodiálisis o la diálisis peritoneal", matiza el nefrólogo Antonio Osuna. Granada es la primera provincia de Andalucía en trasplante renal de vivo.

Así, "en trasplante renal a pesar del cambio del perfil del donante se mantiene el número de donaciones mientras que en otros tipos es cada vez más complicado mantenerlo. De hecho, en el caso de trasplante de hígado se duplica la mortalidad en lista de espera (se han realizado 15 en lo que va de año).

El futuro pasa por las terapias celulares. Ya se producen avances en los trasplantes de hepatocitos "pero se está todavía en fase inicial", dijo Osuna. En cambio, la medicina regenerativa "avanza en órganos como el hígado o el corazón pero en riñón es diferente porque es un órgano que funciona por su arquitectura y estructura, así que se podrán usar sólo estas terapias al principio de la patología y no cuando esté ya en fase avanzada", matizó el nefrólogo.