Con la tensión vivida estas semanas por la situación de Cataluña y las incógnitas sobre el futuro de la unidad del país, la celebración del 12 de Octubre en Granada, como en el resto de España, tenía un cariz distinto. Las banderas, los militares... todas las connotaciones servían de termómetro para medir el sentimiento patriótico de los granadinos en un acto que cada año repite protocolo pero que en esta ocasión añadió ingredientes nuevos: numerosas banderas de España en todos los balcones, vítores al Ejército y gritos de Viva España que tenían este año un significado más directo que nunca.

Pero la jornada estuvo tranquila. La única bandera que se vio fue la española, no hubo ningún grito asonante ni interrupciones en este momento de tensión política. Lo único que extrañó fue el poco público. El tiempo hizo que pudiera más la playa o la salida de viaje por el Puente. Así, en el primer momento del desfile apenas una fila de personas aguardaba durante todo el recorrido. Después, de vuelta, un poco más en la zona de Gran Vía pero mirando las caras y los móviles haciendo fotos, la mayoría eran turistas.

El acto comenzó en el Ayuntamiento de Granada, en la Plaza del Carmen. La presencia militar la han protagonizado este año la escuadra de gastadores, una sección de honores y la unidad de música, las dos primeras pertenecientes a la Unidad de Apoyo del Madoc y la segunda a la Academia de Infantería, a los que se sumaron los oficiales de enlace de Brasil, México, Chile y Portugal. Después, comenzó a salir la comitiva municipal, encabezada por el Estandarte de los Reyes Católicos, portado por la concejal de C's Lorena Rodríguez. Detrás, el resto de la corporación municipal (con la ausencia de los concejales de Vamos, Granada y de IU). Antes, interpretación vitoreada y aplaudida de los himnos.

El alcalde, Paco Cuenca, había deseado minutos antes que este día sirviese como mensaje de defensa de la Constitución. También se mostró esperanzado en ser "capaces de avanzar siempre unidos y en un marco constitucional" y puso el ejemplo de Granada como espacio de unidad en estos tiempos difíciles para el país por el "gran lío en el que nos ha metido" el gobierno catalán.

Durante su trayecto hasta la Capilla Real, se sucedían aplausos al paso del pendón y de la escolta militar que llevaba, así como gritos de ¡Viva España! Algunos iban más allá con banderas de España entre el público, que no fue muy numeroso. De hecho, este asunto del aforo fue destacado por alguno de los asistentes al acto, también en la celebración religiosa previa.

Al llegar a la Capilla Real, esperaba más representación institucional con el subdelegado del Gobierno, Francisco Fuentes; diputados del Congreso como Luis Salvador (C's) o Gregorio Cámara (PSOE), el diputado autonómico de C's José Antonio Funes; el delegado de Educación de la Junta, Germán González y la diputada provincial Irene Justo. Además, representación militar. El Madoc, que es el que se encarga del dispositivo militar de este día y de pasar revista a las tropas, suele invitar a ejércitos de otros países y este año había representación, por ejemplo, de Francia, Brasil, México, Colombia o Chile.

En el interior, se tremoló el pendón frente a las tumbas de los Reyes Católicos. En este caso fue el concejal de C's Raúl Fernández el encargado de tremolarlo ante las mismas autoridades, una representación eclesiástica encabezada por el capellán real Manuel Reyes y parte de público que quiso ver este momento oficial de la celebración del 12 de octubre ante los Reyes Católicos. Después, vuelta al Ayuntamiento parando antes ante el monumento de Isabel la Católica con Colón, ante el que se depositó una corona de laurel.

La jornada recuperó tras dos años el desfile del mestizaje, que dio un toque de color aunque con poca participación.