En posición fetal, hinchada y con el cordón umbilical aún pegado a su abdomen. Así descubrió ayer el basurero Juan Carlos Arenas el cuerpo sin vida de un bebé, una niña, en el interior del camión de la basura con el que hacía la ronda por un barrio residencial de Santa Fe. El bebé sólo pudo mantenerse con vida unas horas, aún sin determinar, y murió como consecuencia del abandono.

Todo ocurrió a las 09.00 de la mañana. El camión había girado ya a la calle Rosa de Luxemburgo de Santa Fe. Cuando Juan Carlos acababa de enganchar el contenedor de la esquina de esa calle en el camión para su vaciado, ordenó inmediatamente a su compañero que parara el vehículo ya que había descubierto lo que parecía un bebé.

Al descubrir que efectivamente se trataba de un recién nacido -primero pensaron que era un muñeco-, llamaron a las autoridades policiales.

Según los testigos, la niña estaba boca abajo, en posición fetal, ensangrentada, hinchada y amoratada, lo que impidió, en un primer reconocimiento médico sobre el terreno, descubrir algún rasgo distintivo que arrojara información sobre su origen.

Al parecer, mostraba signos faciales de haber llorado, lo que llevó a determinar que estaba viva cuando la abandonaron en un contenedor de basura, lo que luego confirmó la autopsia.

Lo que no sabe precisar el basurero que la encontró fue exactamente de qué contenedor cayó. "Lo que está claro es que fue de esa zona", muy transitada por la proximidad de un supermercado, explicó. El bebé ya estaba en una esquina del camión y lo que propició su hallazgo fueron los reflejos del basurero para ordenar parar el vehículo y la trituradora de basura del camión y la casualidad de no haber volcado el siguiente contenedor que ya estaba elevando el camión. De caerle encima más basura, hubiera pasado por el filtro del vehículo y la trituradora hasta su almacenamiento, lo que hubiera imposibilitado su detección.

Hasta el lugar de los hechos se desplazaron varias unidades de Policía Local y Policía Judicial de la Guardia Civil. La forense procedió al levantamiento del cadáver tras una primera inspección. Los investigadores precintaron la zona y el camión para buscar alguna pista que arrojara más datos sobre el bebé o la persona que lo dejó en un contenedor de basura.

De hecho, el alcalde de Santa Fe, Sergio Bueno, confirmó que ya se ha iniciado la búsqueda de sus progenitores en una investigación judicial. Lo que no se sabe es si residen en el municipio santaferino o acudieron al mismo sólo para dejar al bebé.

"Es difícil identificar si es de algún tipo de minoría étnica o inmigrante puesto que el cuerpo estaba muy morado cuando fue hallado", dijo Bueno, que se desplazó hasta la calle Rosa de Luxemburgo al conocer la noticia. Además, adelantó que "ningún vecino ha confirmado de momento que haya visto algo".

Tras el hallazgo, la policía judicial estuvo visitando a vecinos de esa calle en busca de alguna pesquisa.

Antes de la llegada del forense, se trasladaron hasta el lugar un equipo del centro de salud del municipio, que exploraron superficialmente al bebé dentro del camión. Incluso el basurero avisó a un familiar suyo que vive por la zona, médico de profesión, para que lo viera mientras llegaban los sanitarios en un intento desesperado de poder salvar su vida.

Finalmente, el cuerpo de la niña fue trasladado hasta el Instituto Anatómico Forense de Granada, donde se le realizó la autopsia para identificar exactamente las causas de la muerte, derivadas del abandono como puede ser la asfixia o la congelación. Lo que se ha descartado en una primera fase es que tuviera signos de violencia.

No es el primer bebé que se encuentra muerto en Santa Fe en los últimos años. En febrero de 2005 un pastor que pasaba con sus ovejas junto a una acequia cercana al Cortijo de Los Prados, una finca muy próxima a Santa Fe pero ubicada geográficamente ya en término municipal de Granada, descubrió el cuerpo de una niña. En este caso también conservaba el cordón umbilical pero por su estado se determinó que ya llevaba algunos días muerta antes de encontrarla.