Granada

El Hotel Montecarlo, reducido a escombros tras un siglo de historia

  • El Ayuntamiento llevó a cabo la demolición de madrugada

  • El suceso ha provocado división de opiniones entre los granadinos

Granada amanecía ayer con un edificio menos. Un anunciado derrumbe que finalmente se produjo en la madrugada del 16 de agosto. Se trata del mítico Hotel Montecarlo, ubicado en los números 44 y 46 de la Acera del Darro haciendo esquina con la calle Puente de Castañeda. El lugar suscitó el debate sobre su catalogación, o no, como uno de los rincones lorquianos.

El edificio fue construido a finales del siglo XIX y era una muestra singular de la arquitectura de esta época. Ayer vio su fin. Por el centro de la ciudad se respiraba un ambiente envuelto en dudas por parte de los granadinos que hizo proliferar los comentarios. Hubo quien no pudo evitar la cara de sorpresa tras encontrarse con los restos del Hotel Montecarlo que, horas antes aún estaba en pie. Otros se situaban en la esquina para fotografiar y observar durante varios minutos los escombros de la zona.

Inicialmente, el Hotel Montecarlo se vinculó a la figura de Federico García Lorca hasta que un informe de la Junta de Andalucía indicó que el escritor residió con su familia en otra vivienda de la Acera del Darro cercana, el edificio que se encuentra en el número 50. El alcalde en funciones en el Ayuntamiento de Granada, Baldomero Oliver, dijo ayer que el Ayuntamiento garantiza que la actuación en el hotel "se ajustará al proyecto", y recordó que se trata de un espacio que" carece de cualquier figura de protección". Apuntó además que, proteger el citado hotel o la casa en la que, según los datos de la Junta residió la familia García Lorca durante unos meses, corresponde al Gobierno andaluz, competente en cualquier catalogación para el inmueble.

La noticia sobre el futuro derrumbe del Hotel Montecarlo llegó a finales de julio, después de que Urbanismo diera el visto bueno a dicha demolición para volver a construir un moderno hotel. La noticia reabrió el debate sobre la necesidad de proteger ambos edificios por sus peculiaridades. El profesor de la UGR José Castillo, ya declaró hace unas semanas que el edificio del número 50, el cual sirvió de residencia a la familia del poeta, "debería estar protegido", en la misma línea se pronunció el portavoz de IU, Francisco Puentedura quien declaró que se debía incoar expediente para que entrara en el Catálogo de Patrimonio Histórico Andaluz y evitar así otra posible demolición.

La pluralidad de opiniones entre los granadinos fue ayer la tónica dominante. José Torres, un vecino de Granada, dice que la ciudad depende mucho del turismo, por ello "debe ofrecer alojamientos adaptados a esta necesidad". Sin embargo, añade que la seña de identidad y lo que atrae a los turistas son los lugares históricos, por ello, "deberían haber reformado el interior del hotel , manteniendo su fachada". Ana Rodríguez es otra de las granadinas que al pasar frente al edificio se encontró con la sorpresa. "No podían mantener el edificio en el estado en el que se encontraba, pero sí podrían haber conservado la fachada", cuenta Ana.

María José Ramírez y Juan Luis García hablan de la importancia del Patrimonio Histórico de la ciudad, aunque creen que el derribo del Hotel Montecarlo ha sido una buena decisión. "Hay que dar paso a estructuras más modernizadas, acordes con el centro", añade. El granadino Paco Salas, era un habitual cliente de la cafetería que se encontraba en los bajos del hotel. "Venía a desayunar aquí, y lo que realmente me da pena, es los jóvenes que estaban trabajando, y que ahora se habrán quedado sin trabajo", explica Paco. Un hotel que ha despertado reacciones de todo tipo entre los granadinos y que ya solo estará en el recuerdo.

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