"¿cómo es que en el Campus aún no se han terminado todas las obras de urbanización y el hospital está funcionando a pleno rendimiento?". Algunos de los principales investigados en el caso Nazarí, de presunta corrupción municipal, han mandado un escrito al juzgado que lleva la causa en el que cuestionan el último informe pericial elaborado por la Junta, que pone de relieve supuestas irregularidades urbanísticas en la gestión del Plan Parcial N-2.

En ese entorno se construyó un complejo residencial de 300 viviendas, Ciudad de la Luz, que recibió la licencia de primera ocupación sin que el promotor hubiera finalizado la urbanización completa de los más de 200.000 metros cuadrados de todo el sector. Los investigados defienden que la ley permite dar luz verde para la utilización de algunas construcciones si se ha terminado una parte de la urbanización, de modo que se garanticen suministros y otros servicios obligatorios. Los inspectores de la Junta sostienen en su informe, por el contrario, que aquella licencia al edificio de viviendas sería nula por haberla dado antes de estar todo urbanizado. Estos trabajos se complicaron especialmente por las dificultades planteadas por el cauce del barranco de San Jerónimo, que atravesaba ese Plan Parcial.

En su escrito, la exconcejal Isabel Nieto, el que fue gerente de Urbanismo, Manuel Lorente, y otros tres altos cargos de este área municipal, piden que los mismos peritos aclaren algunas cuestiones planteadas en su informe. Entre ellas, si "en planes parciales similares se han ejecutado de forma simultánea todas las obras de urbanización". Y agregan: "¿Qué ha ocurrido, por ejemplo, con el sector PP-S2 "Campus de la Salud?".

En este enorme plan parcial, cuyas obras de urbanización correspondieron a la Junta de Andalucía, se encuentra el nuevo hospital del PTS, cuya licencia de primera ocupación fue objeto de una batalla entre la Administración autonómica y el Ayuntamiento de la capital durante el mandato de Torres Hurtado, precisamente porque el municipio se negaba a dar la licencia mientras no estuvieran terminados ciertos trabajos que afectaban a la urbanización. Según exponen en su escrito los investigados -que debieron conocer aquel tema en primera persona-, las obras no estarían terminadas, pero el centro hospitalario sí funciona.