Ayer y hoy

José López Rubio y 'La otra orilla'

  • Frente al Corral del Carbón, en la otra orilla del Darro, hay una calle dedicada a este ingenioso dramaturgo granadino. La Compañía de Teatro Corral del Carbón representará su comedia 'La otra orilla'

Nació en Motril un 13 de diciembre y una callecita que une Reyes Católicos con el Zacatín pretende mantener la memoria del dramaturgo José López Rubio, autor de La otra orilla, una de sus obras más celebrada estrenada en el Teatro de la Comedia de Madrid el 4 de noviembre de 1954, dirigida por su entrañable amigo Edgar Neville. Fue luego llevada al programa Estudio 1 de Televisión Española en 1972 dirigida por Cayetano Luca de Tena. Algunos creen que la calle fue dedicada al farmacéutico Juan López-Rubio Pérez.

Próximamente, y para conmemorar el Día Mundial del Teatro, La otra orilla será puesta en escena por la Compañía "Corral del Carbón" de la mano de nuestro ya consagrado director granadino José Luis Navarro, aquel que mantiene con entusiasmo la antorcha viva del recordado Teatro Español Universitario (TEU) en Granada.

Leyendo la biografía y algunos artículos referidos a López Rubio como los que publicaron Julián Marías y Lázaro Carreter, nos enteramos de cosas realmente insólitas y algunas poco conocidas que nos acercan a este ingenioso, a veces solitario y hasta algo misterioso autor teatral, casi olvidado por sus propios paisanos.

A raíz de las declaraciones del padre carmelita Matilla Rengel hechas 30 años después de la muerte de López Rubio, sabemos de "su vida oculta y monástica". En Semana Santa, vacaciones de verano y Navidades se retiraba al Monasterio del Desierto de San José de las Batuecas en Salamanca; allí vivía como un ermitaño más, en una modesta celda y haciendo las más humildes y cotidianas faenas domésticas. Se levantaba a las seis de la mañana, calzaba las sandalias carmelitas, asistía a todos los actos religiosos, rezaba con la cabeza pegada al suelo, barría, fregaba y ayunaba igual que los demás.

López Rubio nació en 1903, se trasladó pronto a Granada, más tarde a Madrid y luego a Cuenca al ser nombrado su padre Gobernador Civil. Estudió Derecho, pero le atraían más las tertulias del Café Pombo con Jardiel Poncela, Gómez de la Serna, Edgar Neville, Miguel Mihura y unos cuantos amigos del fino humor de la época; la conocida como la otra generación del 27. Funda con otros compañeros la Revista Gutiérrez y colabora escribiendo en Blanco y Negro, La Esfera, La Nación, etcétera.

Su popularidad se acrecentó a raíz del premio del periódico ABC para dramaturgos noveles recibido en 1928 con la comedia De la noche a la mañana, estrenada en el Teatro Reina Victoria. Una de sus etapas más prósperas fue cuando le dio por la cinematografía y junto a Eduardo Ugarte, amigo de Lorca, colaborador en La Barraca y fundador de la Alianza de Intelectuales Antifascistas, viajó a los Estados Unidos reclamado por la Metro-Goldwyn-Mayer. En California mantuvo amistad con prestigiosos humoristas de la gran pantalla: Charles Chaplin, Buster Keaton y El Gordo y el Flaco, Stan Laurel y Oliver Hardy.

El espaldarazo a su fama lo obtuvo a su vuelta a España cuando en 1951 recibió el Premio de la Fundación Fastenrath que concedía la Real Academia Española; prestigioso galardón concedido también a personalidades de la talla de Dámaso Alonso, Miguel Delibes, Blas de Otero, Fernando Fernán Gómez, etc. Su extensa producción no cabría en esta página. Aunque a nivel popular tal vez sea más recordado por ser autor de la serie televisa Al filo de lo imposible en 1970.

Menos mal que alguien se acuerda de los nuestros de vez en cuando; por eso no está mal que la granadina Compañía Corral del Carbón haya tenido la feliz idea de poner en escena, para marzo y en el Teatro Isabel la Católica, La otra orilla, una de las más significativas obras del prolífico dramaturgo granadino José López Rubio. Yo me alegro.

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