"Por las mañanas me levantaba ya asfixiado, no puedo bajar al garaje y coger el coche, ni ir al cine o con mis colegas a jugar al fútbol, no puedo hacer nada". Así era el día a día de Juan Manuel Heredia hace tan solo un año y medio, antes de someterse a un bypass gástrico en el Hospital Inmaculada de Granada que le ha cambiado la vida. El algecireño, que en 2016 estaba considerado el hombre más obeso del país, llegó a pesar 307 kilos antes de tumbarse en el quirófano. Ahora, un año y medio después, la báscula marca 136 kilos, que se convertirán en unos 96 cuando se desprenda de 40 kilos de "colgajos" cutáneos de piel y grasa que le sobran en el abdomen, los glúteos, los brazos y las nalgas.

Con 171 kilos menos, este gaditano de 30 años volvió ayer al hospital granadino para someterse a otras tres intervenciones, en una segunda fase más estética que se prolongará durante seis meses y le permitirá dejar en el pasado una vida de la que quiere olvidarse. La comorbilidad extrema de Heredia le llevó a padecer apnea del sueño, diabetes, hipertensión incipiente, hepatitis grasa severa y dificultad respiratoria. Por ello, decidió someterse a un bypass gástrico por laparoscopia para adelgazar 200 kilos y mejorar su calidad de vida.

"El cambio de vida ha sido brutal, de estar encerrado en casa a poder hacer una vida normal, montar en bici, en cualquier coche, sentarme en una silla, andar con mi mujer paseos de horas y horas y no cansarme", indicó Juan manuel, que se mostró dispuesto a seguir avanzando y orgulloso de su esfuerzo y su fuerza de voluntad para alcanzar el cambio.

El doctor Carlos Ballesta, especializado en este tipo de intervenciones, recordó ayer que hace 18 años su paciente tenía una obesidad incapacitante que ha combatido con buenos hábitos y mucho ejercicio, gracias también a una operación sin complicaciones y al apoyo y la vigilancia de su esposa. Ahora eliminará cerca de 25 kilos de colgajos de la barriga, otros cinco de cada lado de los muslos y el sobrante de brazos y nalgas.

Ballesta recordó que el 5% de la población sufre obesidad mórbida con riesgos severos para la salud y reconoció además que este tipo de operaciones no garantizan los resultados deseados en el cien por cien de los casos.

Durante la comparecencia, Cristina, otra de sus pacientes, mostró que la moneda para cambiar de vida también tiene una cara 'b', una que le tocó protagonizar y que hizo que perdiera solo 30 kilos tras una intervención similar a la de Juan manuel.

Todo lo contario que el joven de Algeciras, que recalcó que ha cambiado por completo su alimentación, que come sano aunque su mujer le riña de vez en cuando para disfrutar de una pizza, pero que ya hace una vida normal que incluye ir al gimnasio por las mañanas, al mediodía o por la noche. "Lo único que me impide ahora una vida normal son los colgajos, que pronto desaparecerán, y será una persona normal", resumió Heredia.