Raúl Lozano. Director ejecutivo del Palacio de Congresos de Granada S. A.

"Málaga tiene una estrategia de ciudad cultural que estamos dejando escapar"

  • Realista y práctico, Lozano dice que hay que abandonar la demagogia y permitir que los espectáculos de ocio entren en las salas congresuales para conseguir salvar al Palacio.

Su informe de consultoría sobre el estado del Palacio de Congresos de Granada comenzaba diciendo que el espacio expositivo debía abrir primero las ventanas y luego las puertas, con la idea de permitir que la ciudadanía no siga viendo el palacio como una fría mole de mármol. Fue director de márketing de CajaGranada entre el 89 y el 99 y, tras un año sabático, entró en una agencia de viajes de aventuras. Dirigió el hotel Ladrón del Agua y el Hotel Peregrinos y ha sido consejero de la Federación de Hostelería. Afirma que no se ve en el cargo durante los 23 años de concesión que le restan al Palacio y asegura que si la gestión se convierte en una "lucha contra los elementos", perderá el interés por el proyecto.

-Hay 50 palacios de congresos en España. ¿Cree que el nuestro puede competir con estos destinos?

-El Palacio de Congresos, como lo fue CajaGranada en su día o la Universidad, son valores de la ciudad y eso tiene una ventaja y un inconveniente. La ventaja es que debería ser un asunto del que todos opinaran, conocieran y defendieran. El inconveniente es que se ha visto como algo intocable en el que ni instituciones, ni personas ni empresas ni políticos han puesto su granito de arena. Los palacios de congresos de España, salvo Madrid y Barcelona, han acusado la crisis. Venían de una etapa en la que estaban totalmente subvencionados. Granada es una rara avis, uno de los pocos palacios en los que se está intentando hacer sostenible un negocio que a priori no lo es.

-¿Qué tiene de particular el espacio congresual de Granada?

-Tenemos bondades que son únicas. La primera es la marca de ciudad que tenemos, somos un destino que sigue siendo potente a pesar de todo por su contenido cultural y como sociedad del conocimiento. Deberíamos ser una sociedad del conocimiento y de la belleza y esos dos parámetros desde el punto de vista del turismo de congresos de reuniones son únicos. Otra bondad es que está situado en el centro. Solo desde un espacio que está ubicado en la vertebración de la ciudad se puede hacer una oferta y un planeamiento de visibilidad cultural y de dinamismo en lo creativo y en lo artístico como un teatro como, por ejemplo, pretendemos hacer en la sala Lorca.

-Habla usted de convertir el Palacio en el tercer teatro de Granada.

-Es muy interesante tener en la ciudad un tercer teatro después del Isabel la Católica y el Alhambra, el primero hace una programación comercial que no está mal y el segundo hace una programación muy buena pero muy escasa. No le sobra a la ciudad un tercer teatro donde pueda haber cosas como monólogos, pequeños conciertos, traer a gente de vanguardia... Como empresa privada no solo no hemos abdicado del compromiso público que tenemos como motor de riqueza, sino que hemos potenciado esa implicación.

-Pretende que la ciudad sea un referente cultural pero la vecina Málaga nos está ganando mucho terreno.

-Estamos dejando que Málaga sí desarrolle una estrategia tremenda de ciudad cultural sin tener los recursos ni la capacidad humana que nosotros tenemos. Tienen una estrategia institucional muy definida por encima de partidismos que ya quisiera yo para Granada

-A usted le está costando algo más encontrar apoyo, ¿no?

-Llevamos un año esperando que nos digan sí o no al proyecto para cubrir el anfiteatro. Un año sin que se haya movido una pieza que genere resultados. Tiene que haber una fluidez y un compromiso mutuo del Consorcio (Junta y Ayuntamiento) y el Palacio con el futuro de un espacio que puede ser pionero en este país por convertirse en algo sostenible, en un lugar de referencia para la promoción de congresos y el liderazgo cultural que eso al final es el PIB turístico que tenemos en esta ciudad.

-¿Cómo se encontró el edificio cuando llegó?

-Uno de los inconvenientes que tiene el palacio es que tiene muchos deberes por hacer en la actualización de sus instalaciones. Tú no renuevas tu casa cada 20 años, lo vas haciendo cada año poco a poco.

-Con ese panorama cualquier idea es buena para sacar dinero. Desde los congresos a un concierto de Isabel Pantoja.

-Aquí hay mucha demagogia. Hay quien dice que el Palacio no está para eso, yo digo que el palacio está, sobre todo, para sobrevivir. La opción contraria le ha costado hasta ahora el dinero a los granadinos.

-Se ha encargado usted de rebuscar congresos donde haga falta. ¿Confía poco en el convention bureau?

-A mí, que ya tengo 52 años, no me gusta especular con el futuro de las cosas, me gusta ser parte del problema o de la solución. Más allá de que podamos ponerle pegas, para nosotros formar parte del convention bureau era formar parte de la solución. Nos hemos basado en el modelo de Barcelona porque funciona pero en realidad cualquier modelo que al final le meta combustible a la captación de reuniones y promocione el destino será un modelo bueno. Hay que apoyarlo, meterle recursos. Lo que no me casa es que no están todas las instituciones que tienen que ver con el turismo.

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