Granada

El Metro despide julio sin ser capaz de aprobar el periodo de pruebas

  • Fomento fijó el estreno para julio

  • Es la novena vez que se retrasa la puesta en servicio del transporte

Uno de los tranvías del Metro de Granada, circulando ayer domingo por la capital.

Uno de los tranvías del Metro de Granada, circulando ayer domingo por la capital. / álex cámara

Salvo que se inaugure esta noche, a contrarreloj, el Metro de Granada tampoco entrará en funcionamiento en el mes de julio. Hoy, a horas de que se produzca el cambio de mes, el retraso del estreno de la esperada infraestructura es un hecho. De nuevo se incumplen los plazos anunciados por la Consejería de Fomento para inaugurar un nuevo medio de transporte que parece estar atrapado en la mala suerte.

Durante el pasado mes de mayo, el consejero de Fomento, Felipe López, llegó a decir que no anunciaría nuevas fechas. Esta decisión la tomó después de aplazar hasta en dos ocasiones el estreno de la infraestructura. En diciembre dijo marzo y en marzo mayo. No comprometerse con un una nueva fecha era la única forma de evitar que los granadinos pudieran reprocharle un nuevo incumplimiento con Granada teniendo en cuenta que el Metro acumula ya una decena de "estrenos" fallidos distintos. Sin embargo, el 29 de julio hizo su tercera promesa. En Málaga anunció que el metro arrancaría en el mes de julio. Antes debían inundar la vía de trenes para concienciar a la población de la puesta en servicio en una maniobra por la que el transporte ha tenido que "reconquistar su infraestructura", expulsar a vehículos, bicicletas y peatones y mejorar la velocidad para cumplir con los tiempos y ser competitivo. Durante todo el mes de julio, la Junta de Andalucía ha mantenido ese horizonte temporal. De hecho, en el último balance presentado se informó de que se estaba sometiendo a las vías al máximo estrés. Del 17 al 23 de julio, los convoys recorrieron un total de 15.263 kilómetros en pruebas, lo que aumentaron de forma significativa el número de kilómetros que se mantenía en una media de 5.000 kilómetros semanales.

Con los kilómetros recorridos en esa semana, las pruebas dinámicas del metropolitano de Granada sumaron ya los 55.371 kilómetros desde el pasado 24 de febrero, fecha en que los ensayos con trenes se hicieron extensivos a los 16 kilómetros de trazado entre Albolote y Armilla. Mientras, las incidencias fueron un total de 43, manteniéndose la tónica anterior. La delegada territorial de Fomento y Vivienda, Mariela Fernández-Bermejo, ya aseguró que aunque las pruebas con trenes mejoran poco a poco los tiempos de recorrido, de cara a la explotación comercial, "la puesta en marcha no se llevará a cabo hasta que esté garantizado al menos el 95% de la eficiencia del servicio", señalando como uno de los ajustes necesarios la "regularización semafórica".

Ahora, de nuevo sin fecha, el mayor temor es que tampoco se ponga en marcha durante el mes de agosto teniendo en cuenta que septiembre suele ser caótico en materia de tráfico como consecuencia de la vuelta de las vacaciones y el inicio del curso escolar.

Ante esta situación, el portavoz de Izquierda Unidad, Francisco Puentedura, pidió ayer la dimisión del consejero de Fomento, Felipe López. "Finaliza el mes de julio y el Metro sigue sin funcionar en la ciudad de Granada. Una vez mas la Junta de Andalucía desprecia a la ciudad y el consejero de Fomento vuelve a engañar a los granadinos", criticó ayer Puentedura, que calificó al consejero de "mentiroso compulsivo" ante las sucesivas promesas incumplidas.

Por otra parte, Puentedura pidió al alcalde de Granada, Paco Cuenca, que "deje de estar callado". "El Metro es una sucesión de fracasos de la Junta que se están convirtiendo en fracasos del ayuntamiento y el alcalde sigue impasible y no exige que se ponga en marcha la infraestructura y no se siga engañando a los granadinos", añadió el portavoz de IU.

En las redes sociales también se generó un cierto revuelo. Numerosos granadinos mostraron ayer su descontento ante este nuevo retraso. Muchos de ellos además, se han quejado de la colocación de los semáforos en las rotondas "que no se ven". Además, el hecho de que cambien repentinamente cuando se está tomando la rotonda casi a la vez que pasa el Metro habla de una necesaria revisión.

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