felipe lópez. consejero de fomento y vivienda

"Cuando el Metro lleve un año, todos los problemas habrán quedado diluidos"

  • Los ciudadanos podrán subirse hoy a los tranvías después de 10 años de espera

  • La Junta no tiene en su agenda emprender más obras de esta envergadura en un futuro próximo

El consejero de Fomento, Felipe López, en la sede de la Junta en Granada.

El consejero de Fomento, Felipe López, en la sede de la Junta en Granada. / reportaje gráfico: María de la cruz

-Han pasado seis meses desde la primera fecha que ofreció para comenzar la explotación comercial del Metro. ¿El cúmulo de anuncios fallidos ha sido un exceso de sinceridad o de optimismo?

-No, había un deseo que era poner cuanto antes la infraestructura al servicio de los ciudadanos. El deseo tenía que estar acompasado de la conciencia de que el Metro tenía que recuperar su infraestructura.

-Esta última frase se ha repetido como un mantra, aunque es cierto que ha habido otras incidencias como el caso de conductores que han abandonado. ¿Ha habido más problemas en términos burocráticos?

-Hemos sido muy transparentes en todo este proceso. Si hubiésemos hablado de una plataforma subterránea sólo hubiésemos tenido que acabar la obra y comprobar que la ingeniería funcionaba. Pero cuando vamos en una plataforma reservada no sólo había que comprobar lo primero, sino que está la variable humana, lo que es más difícil de meter en parámetros técnicos. Por otra parte, la ciudadanía le ha dado un uso alternativo a la plataforma durante los últimos años, lo que es normal. Así que el Metro tenía que recuperar su infraestructura, pero era imposible tener datos concretos de cuándo porque obedecía en gran medida a la evolución del comportamiento de los conductores y los peatones.

-¿Se podía haber inaugurado antes?

-Una hipótesis de trabajo era acompasar el proceso de recuperación de la infraestructura con la circulación parcial de los tranvías, con dos trenes en servicio cada hora de Armilla a Albolote y de media hora de Albolote a la Caleta. Pero los técnicos vieron que era imposible someter a los viajeros a este número de incidencias... Si un tren va por su plataforma y se encuentra un coche aparcado en la vía porque el propietario ha ido a comprar tabaco, puede parar si va sin pasajeros y esperar a que llegue el conductor. Si va en explotación comercial, el problema no es que el tren se pare, es que esta situación va a espantar a los usuarios. Cuando se presenta este problema tomamos la decisión política de seguir con las pruebas y ocupar la vía permanentemente, lo que significa que pase un tren cada diez minutos para la reconquista de la infraestructura. Pensamos que en mayo se podía abrir con horarios parciales, pero la cosa no avanzaba como habíamos previsto, así que también hubo que descartar esta fecha. Admito que en este proceso hemos comunicado mal cada parte del proceso, pero yo no estoy aquí para ganar medallas, sino para ser útil.

-Con el desgaste que ha tenido la Junta de Andalucía en todo este proceso, ¿ha tenido instrucciones concretas de la presidenta Susana Díaz?

-No, la Junta ya tiene experiencia en lo que significa inaugurar una infraestructura tan compleja como el Metro. En Sevilla fue aún más complicado por el propio desarrollo de la infraestructura. Son pequeñas tormentas en un vaso de agua que alimentan el día a día, pero cuando el Metro lleve un año funcionando todo esto habrá quedado diluido, porque no dejan de ser pequeñas anécdotas dentro de la modernización que trae el Metro para Granada y su Área Metropolitana. En Sevilla ahora lo que se plantea de manera insistente es la ampliación del Metro, lo demás ha quedado olvidado.

-La crítica más extendida es el número de rotondas y de intersecciones por las que atraviesa el Metro. Con la experiencia de estos seis meses de pruebas, ¿está bien planteada la infraestructura desde el punto de vista técnico?

-La infraestructura está hecha de acuerdo a la racionalidad. Hay que procurar que un sistema de transporte de esta naturaleza enlace todos los lugares de mucha concurrencia pública para facilitar el flujo de personas. Eso te lleva inevitablemente a interactuar con otros medios de transporte, pero el Metro es una nueva realidad urbana que los ciudadanos tienen que asumir para su propio beneficio. Estoy convencido de que muchos de los ciudadanos que ahora utilizan su vehículo particular se dará cuenta de que con el Metro tardarán menos tiempo, ahorrarán dinero y contaminarán menos, además de ahorrarse buscar aparcamiento o pagar el importe del parking. Y seguro que, de forma cariñosa, reprocharán a los que no respeten el paso del Metro.

-¿El Metro va a ser deficitario?

-Sí. El Metro de Granada va a tener un déficit, aunque muy reducido y en torno a los 2 millones de euros. En el resto de transporte metropolitanos de España también hay un coste de explotación y, en el caso de Granada, hay que tener en cuenta también los gastos de amortización de las obras. Pero, en cuanto a la explotación comercial, esperamos este primer año unos gastos de 12,4 millones y unos ingresos de 10,1, lo que da un déficit de 2,3 millones de euros que esperamos se reduzca en los próximos años con el aumento de los viajeros.

-Ya ha dejado claro que el caso de Granada es diferente de Jaén porque aquí la explotación la hace la Junta y no el Ayuntamiento. Sin embargo, una infraestructura parecida como la de Zaragoza pierde 12.000 euros diarios. ¿Podrían darse estas cifras en Granada?

-No tiene nada que ver. En Málaga y Sevilla no había recursos propios y se hizo una colaboración público-privada porque la administración no tenía recursos para afrontar la infraestructura a pulmón. Así que se sacó a concurso la construcción y la explotación durante 30 años, cosa que no pasa en Granada donde la Junta paga todo del principio al final, todo es inversión pública con fondos propios, europeos o préstamos suscritos con la banca. Esto implica que hay menos costes porque no hay que remunerar a ninguna sociedad. En Sevilla y Málaga la responsabilidad última es de la Junta, pero la explotación corresponde a una concesionaria. Pero el Metro nunca será rentable, igual que los autobuses urbanos. Hay que incluir otras variables, como que vamos a contribuir a mejorar la calidad del aire en una ciudad que es la quinta por la cola en España en este aspecto. La rentabilidad también hay que analizarla en términos como la reducción de las emisiones de dióxido de nitrógeno, que inhalamos sin darnos cuenta y son las responsables de las más de 420.000 muertes prematuras que se computan anualmente en Europa y el gasto sanitario brutal por esta mala calidad del aire. Ni aquí ni en la Sanidad se pueden emplear los parámetros empresariales. Es imposible que las ciudades sigan con su dinámica actual si no hay una apuesta por el transporte público y el uso de la bicicleta.

-¿Dentro de unos meses podrá ser el momento de plantearse la ampliación de líneas del Metro?

-Todavía no es el momento. Lo importante es que se ponga en explotación y que el proceso de adaptación a la ciudad siga avanzando. Hay que tener en cuenta que, si conseguimos reducir los desplazamientos en vehículos privados en tres millones, esto incidirá en que bajen las incidencias del Metro.

-¿Presupuestariamente sería al menos planteable?

-España, en su conjunto, está dedicando a inversiones en infraestructuras el 53% de lo que dedican las cuatro grandes economías de Europa. Y si la referencia es la Europa de los 28 llegamos al 58%. ¿Hasta dónde puede un país avanzar un país si dedica la mitad a inversiones que los países de su entorno con los que interactúa? Ese es un tema que tiene que replantearse. ¿Hay más recursos? Parece que no. La Consejería de Fomento tenía más del doble del presupuesto que manejamos ahora.

-Parece que el soterramiento en Camino de Ronda ha sido positivo al final. ¿Hay que darle las gracias a la 'cabezonería' de Torres Hurtado?

-Es paradójico porque el comercio prefiere el transporte en superficie porque anima las ciudades, hay una mayor interacción. Para la dinámica de las ciudades el transporte en superficie es más positivo.

-¿Entiende que mucha gente se tomara a mal su frase de que "los tranvías no se salen de los raíles"?

-Lo dije yo, ciertamente, pero es que los tranvías no se salen de los raíles. Pero no lo dije en término de reproche. No hay nada oculto, en febrero dijimos que arrancábamos en primario. Entiendo que se quieran buscar razones ocultas o que se diga que los conductores de los tranvías cobraban en prácticas el salario mínimo interprofesional. Se estaban formando y ahora cobrarán entre 18.000 y 20.000 euros, un sueldo equiparable al resto de las ciudades. Pero es que un maquinista de Renfe tiene que pagar 20.000 euros de su bolsillo para su formación y nadie dice nada.

-¿Habrá transbordos gratuitos?

-Granada no va a tener un trato diferente a Sevilla o Málaga. El Ayuntamiento de Granada tomó la decisión política de hacer gratuitos los transbordos, pero la realidad es que en el resto de capitales los transbordos no son gratis, aunque sus ayuntamientos pueden hacerlo. Granada tendrá una aportación de 830.000 euros de la Junta y con esa cantidad el alcalde puede sufragar el transbordo, que vale 0,62 céntimos. Si lo decide, será una medida municipal que aplaudiremos aunque para aplicar el transbordo gratuito hay que adaptar el operativo, lo que puede tardar unos dos meses.

-El presupuesto de la Consejería de Fomento es actualmente de 830 millones de euros. No parece que se den las condiciones para abordar inversiones demasiado ambiciosas.

-No me quejo y trato de ser lo más eficiente. El presupuesto cayó de 1.700 millones a 543 por la crisis en 2013 y hubo que parar toda la obra pública. Estamos creciendo aunque el presupuesto es claramente insuficiente, pero no es un problema de Andalucía, es de carácter nacional.

-Una vez inaugurado el Metro, ¿cuáles son los proyectos más ambiciosos para Granada?

-Tenemos una ambiciosa política de vivienda, está el mantenimiento de las carreteras... A veces no se contempla el trabajo de la Junta porque forma parte de lo cotidiano. Hemos creado un patrimonio importante de comunicaciones terrestres y hay que conservarlos, lo que implica destinar recursos, a lo que el Estado no ha contribuido. A mí me sigue preocupando la necesidad de tener más recursos para la conservación de las carreteras. La Junta tiene una red de 10.500 kilómetros de vías de alta capacidad, y casi 1.000 son competencia de la Junta. No hay otra comunidad con una red similar y comunidades más grandes como Castilla la Mancha tiene 350 kilómetros y Cataluña casi 500.

-La Junta anunció su intención de 'arrimar el hombro' para el soterramiento del AVE en Granada. Con el actual presupuesto de 830 millones de euros no parece que esta colaboración pueda ser muy significativa ya que, el proyecto municipal está estimado en más de 700 millones de euros.

-Firmamos un protocolo hace ya unos años en el que la Junta manifestó su intención de colaborar en la integración del AVE. El tema lo paró el Ministerio de Fomento y quedó en stand-by, pero la presidenta de la Junta ha remarcado en multitud de ocasiones que arrimaremos el hombro en este proceso. Ahora hay que pasar del protocolo de intenciones a un convenio que establece obligaciones. No puedo avanzar en el porcentaje que aportará la Junta porque es una negociación pendiente. En todo caso, el Gobierno debería dar a Granada el mismo trato que ha dado a otras ciudades. Andalucía no pretende tener una financiación como la comunidad más rica, pero se le están escatimando 1.000 millones de euros que servirán para mejorar las infraestructuras, la Sanidad y todos los servicios públicos. ¿Por qué el Ministerio va a financiar el soterramiento en Murcia y no en Granada? Si los andaluces somos el 18% de la población en España, no sería descabellado pedir el 18% del presupuesto para infraestructuras. El Gobierno invierte cantidades ridículas en la red transeuropea en Andalucía, pedimos un trato equitativo con lo que se invierte en el Levante.

-¿También le parece ridícula la inversión en el 'baipás' de Almodóvar del Río que acortará los tiempos de viaje de Granada a Sevilla?

-Afecta a Málaga, Granada y Sevilla en términos muy positivos porque reducen los tiempos de viaje y hay un flujo de oportunidades. Pero habrá que arrancar al PP el compromiso de ejecutar el eje ferroviario transversal de Sevilla a Almería, la A-92 ferroviaria. Esta línea está incluida en la red transeuropea de transportes pero el Gobierno entiende que es obligación de la Junta. ¿No le da vergüenza al ministro plantear esto? La Junta inició estos trabajos en 2004 y lleva ejecutados 270 millones de euros. Es un planteamiento mezquino que la Junta pague infraestructuras de la red transeuropea porque eso no se hace en ningún lugar de Europa.

-¿Cree que el Ministerio de Fomento cumplirá los plazos y el AVE llegará a Granada en el primer trimestre de 2018?

-Espero que sí, pero no voy a adoptar la política destructiva que el PP ha tenido con el Metro porque yo no juego a hacer augurios catastrofistas. Ojalá funcione en ese fecha.

-¿El problema de Granada con las infraestructuras es que ha llegado tarde a casi todo?

-No, todo el mundo acaba pensando que está maltratado, eso pasa también en Sevilla. La articulación ferroviaria de Andalucía oriental es objetivamente muy mala, y es un debate que tiene que resolverse con un compromiso del Gobierno de la nación. Hemos hecho un estudio y se hace una inversión de 5.000 millones en la conexión ferroviaria de las capitales gallegas, mientras que en Jaén, Granada y Almería la apuesta es raquítica.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios