A las 12.02 horas de ayer saltaron las alertas en el complejo administrativo de Los Mondragones. Una posible bomba amenazaba a los 400 trabajadores de las instalaciones y los usuarios de los servicios, que diariamente asciende a unas 200 personas.

Todos los presentes en los tres edificios desfilaron con calma por las instalaciones, guiados por los 40 trabajadores que conforman el equipo de emergencias, hasta alcanzar en tres minutos y medio la zona de seguridad, ubicada junta al muro del patio.

Pese a la gravedad de la amenaza, no se vivió ningún momento de pánico -salvo algún que otro sobresalto- puesto que se trataba de un simulacro organizado por el Ayuntamiento de Granada para poner en práctica el recién elaborado Plan de Emergencias del complejo administrativo, según explicó el concejal de Personal, Juan Antonio Fuentes.

Aunque los evacuados desalojaron el edificio con más parsimonia de la que habría en un caso real, quienes lo vivieron como una situación real fueron los cuerpos de emergencias. De hecho, sólo un minuto y medio después de que sonara la alarma, catorce agentes de la Policía Local se personaron en el antiguo cuartel, seguidos de dos perros de la Unidad Canina tres minutos después.

Tras otros dos minutos hicieron su aparición otros catorce bomberos, distribuidos en un autotanque y un vehículo de mando, quienes desplegaron las mangueras con celeridad e hicieron uso de la escala para subir a la azotea del edificio central.

"El objetivo de este simulacro es entrenar al equipo de emergencias del centro y comprobar el correcto funcionamiento del plan de emergencias", añadió Fuentes. Por ello, el simulacro servirá para medir los tiempos de respuesta y acreditar la adecuación del plan a la práctica.

Ahora, según anunció el edil, esta actividad será realizada en los restantes 38 centros administrativos municipales que existen en la ciudad.