Granada

Nieto: "La carta de 'Nino' fue un berrinche por no ir en las listas"

  • La concejal de Urbanismo que recibió advertencias de su antecesor sobre irregularidades explica a Granada Hoy que ella no percibió "nada raro", aunque hizo cambios a su criterio

Nieto: "La carta de 'Nino' fue un berrinche por no ir en las listas"

Nieto: "La carta de 'Nino' fue un berrinche por no ir en las listas"

La ex concejal de Urbanismo de Granada Isabel Nieto, que en 2007 recibió de su antecesor una carta con importantes advertencias sobre corruptelas en el área en la que aterrizaba, aseguró ayer a este periódico que siempre ha atribuido ese escrito a un "berrinche" de Luis Gerardo García-Royo por haber sido apartado de las listas electorales ese año y no poder formar parte del segundo gobierno de José Torres Hurtado.

La Policía judicial encontró esta carta que ya tiene diez años entre los documentos que Isabel Nieto tenía en su domicilio particular. "Yo la guardaba como un recuerdo", explicaba ayer la ex edil, sorprendida por el alcance de ese escrito que ahora está en manos de la jueza María Ángeles Jiménez, encargada de la investigación del caso Nazarí.

Nieto es una de las imputadas en esta causa por su presunta participación en una "organización criminal" que la Policía sostiene que se formó en el Ayuntamiento de Granada, entre políticos y empresarios, para favorecer a ciertos empresarios de la construcción en Granada.

La carta que García-Royo mandó a su sucesora en el cargo en junio de 2007 ya advertía de una serie de irregularidades que, según sus palabras, estaría llevando a cabo el entonces gerente, Manuel Lorente, con la intención de impulsar los asuntos urbanísticos en los que tenía interés "directo o indirecto", en alusión a sus "amigos". El concejal de Urbanismo del primer gobierno de Torres Hurtado (de 2003 a 2007), advertía también a Nieto de la "complicidad" del alcalde, de la secretaria municipal, Mercedes López, y del entonces subdirector de Planeamiento, Emilio Martín Herrera.

Isabel Nieto explicó ayer que ella no tuvo especiales cautelas al leer esta carta, porque en todo momento la atribuyó a la "rabieta que Nino (nombre con el que es conocido García-Royo) estaba pasando desde que supo que no iba en la lista electoral".

Para ella, esas palabras demostraban que García-Royo se había posicionado y tomado parte en las disputas internas y personales de los funcionarios, "algo que yo siempre he procurado no hacer". Nieto admite que al poco tiempo de su llegada al área de Urbanismo las personas señaladas por su antecesor cambiaron de función, pero asegura que el motivo no fue aquella carta, sino su propio criterio.

"Empecé de cero, adapté el área a la organización que me pareció mejor en función de los perfiles de cada uno", aseguró ayer la que fue concejal de Urbanismo desde junio de 2007 hasta abril de 2013, cuando dimitió tras ser detenida en la Operación Nazarí.

El principal señalado por García Royo era Manuel Lorente, a quien el ex concejal atribuía casi todos los problemas que había en la entonces Gerencia de Urbanismo. Según sus explicaciones, había un clima de "temor" entre los funcionarios, que también estarían molestos por la forma de tramitar los asuntos urbanísticos que estaba ejerciendo el entonces gerente de Urbanismo. "Se ha lanzado a tramitar todos aquellos expedientes en los que él, directa o indirectamente, tenía interés", escribió a Nieto en su carta.

Su sucesora asignó después a Lorente el cargo de jefe de Obras, que era de menor rango que el de gerente o responsable del área de Urbanismo. Pero Nieto aseguró ayer que esa decisión no tuvo relación con las advertencias de García-Royo, sino con su perfil de ingeniero.

El otro alto cargo señalado por el ex concejal como supuesto colaborador de Lorente en sus maniobras irregulares, Emilio Martín Herrera, también fue asignado a un nuevo negociado y pasó de Planeamiento a Licencias, "por su perfil de jurista", apuntaba Isabel Nieto.

A pesar del proceso judicial en fase de investigación en el que está inmiscuida la ex concejal, junto con los anteriormente citados, Nieto sigue haciendo un encendida defensa de estos funcionarios, en los que asegura que nunca observó actitudes irregulares. "Es más, en todo caso siempre barrían para casa", en alusión a los intereses municipales.

Isabel Nieto fue compañera de gobierno de García-Royo durante el primer mandado de Torres Hurtado, pues ella era la responsable del área de Economía mientras él llevaba Urbanismo. El concejal era el hombre fuerte de ese gobierno en unos años en los que la construcción estaba en auge, entraba mucho dinero al Ayuntamiento por esta vía y él desarrolló proyectos bastante emblemáticos y con gran proyección pública, como fue la reforma de las principales arterias del centro (Gran Vía, Constitución o el Paseo del Salón).

Pero en 2007 se produjo la ruptura de la confianza entre García-Royo y el alcalde, hasta el punto de que fue apartado de las listas electorales y, por tanto, estaba claro que no podría repetir en el siguiente gobierno municipal del PP. El propio García-Royo ha declarado como testigo en este caso Nazarí que Manuel Lorente y Torres Hurtado acordaban asuntos urbanísticos a sus espaldas y dejaron de tenerlo en cuenta, incluso para las reuniones.

Isabel Nieto confirmó ayer a este periódico que esta situación se produjo durante los meses previos a las elecciones, que ella misma vivió de cerca el "enfado" del aún concejal delegado de Urbanismo y que por ese motivo no atribuyó demasiada importancia a la carta que le mandó en junio de 2007.

La implicación del alcalde en los asuntos que Lorente estaría tramitando en aquellos meses ("lo que no ha podido hacer en los 3 años y medio anteriores", se entiende que por su propio control) es atribuida por Isabel Nieto al malestar que García-Royo tendría en aquel momento contra Torres Hurtado por dejarlo fuera de la listas electorales.

La ex concejal lamenta que su antecesor dejara escrita esa carta diciendo cosas tan graves contra personas que "le habían ayudado a sacar adelante sus propios proyectos en los años anteriores y que él mismo podía haber cesado si era conocedor de eso que cuenta".

Nieto también recuerda que la situación urbanística en la que él se despide en 2007 cambiaría radicalmente en muy poco tiempo. Así, aunque García-Royo le expone la necesidad de "hacer caja" con una serie de convenios y planes parciales que estaban desarrollándose, ella asegura que luego poco se pudo materializar porque la crisis paralizó muchas cosas.

Algo similar podría decirse de las expropiaciones de terrenos para hacer viviendas protegidas, que estaban señalados en el planeamiento municipal como áreas de reserva. García-Royo explica en su carta que estas expropiaciones se habían retrasado por algunos problemas, pero también por "estar detrás los amigos de Manolo" (Lorente).

Nieto explicó que nada más llegar a Urbanismo dio la orden de no expropiar ni un metro más, por los problemas legales que ya arrastraba el Ayuntamiento con algunas de estas operaciones y la falta de dinero para asumir nada más. En su lugar, se cambió el plan para que los terrenos fueran desarrollados por sus propietarios.

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