El violinista de la Orquesta Ciudad de Granada (OCG) Israel da França estaba el pasado día 23 en un bar del Carril del Picón cuando cuatro policías locales entraron en el local. Según la denuncia presentada ayer en el Juzgado de Guardia de La Caleta por el músico, los agentes le sacaron a la calle sin mediar palabra para conducirle a continuación a un portal en el que, según su declaración, le dieron "una paliza de muerte".

Fuentes de la Policía Local aseguran que la noche del pasado 23 de diciembre recibieron un aviso del dueño del bar denunciando que dos personas en estado de embriaguez estaban discutiendo aparatosamente en el bar de la calle San Matías. Según la Policía Local la actuación se saldó con una denuncia administrativa por parte de los agentes sin que se llevaran a cabo en ningún momento diligencias por haber tenido que emplear la fuerza.

Israel da França, que además de su trabajo en la OCG es el creador de un programa para educar a niños brasileños de favelas con el fin de que se integren gracias al aprendizaje de la música clásica, afirma que tres agentes le condujeron al portal mientras un cuarto permanecía junto a su amigo. "Les enseñé la documentación pero aún así insistieron en llevarme a un rincón para tirarme al suelo y darme patadas y guantazos con la mano abierta", explica el músico, quien presentó con la denuncia un parte de agresiones que recoge hematomas en las piernas, en el abdomen y en el cuello. "Es increíble, en ningún caso me voy a enfrentar a la autoridad porque llevo 22 años en España y mi mujer y mis hijos son españoles", continúa da França, que se encontraba en el local después de jugar un partido de futbito con su peña.

"Me siento triste, impotente y decepcionado, quizás me agredieron porque soy negro o porque llevaba puesto el chándal de Brasil con sus cinco estrellas".El violinista de la OCG afirma que quiere llegar "hasta el final" con su denuncia. "Si estos policías tienen que pagar por lo que han hecho o pierden sus empleos no me importa, porque personas de este tipo no pueden estar en la calle", concluye da França.