Granada

El PP preguntará en el Congreso por las chapuzas de la A-44

  • Insta al Gobierno a aclarar cuánto dinero más se llevarán los parches en la carretera a la Costa, que apenas tiene dos años de vida y ya presenta serios desperfectos.

El Partido Popular presentó ayer en el Congreso de los Diputados una iniciativa en la que pide una "revisión de los taludes de la A-44" y exige "actuaciones urgentes", según la diputada granadina del PP Concha de Santa Ana, para solucionar los desperfectos que han aparecido en la infraestructura, que fue inaugurada hace apenas dos años.

Los populares también preguntarán en el Congreso por el sobrecoste que tendrán "esas reparaciones", expuso Santa Ana, que alegó que "la improvisación hace que nos cueste ahora más de doble" de lo que se invirtió en la construcción de la A-44, y aseguró que la solución a los desperfectos está en "tumbar taludes y reforzarlos con muros de contención".

Políticamente, la diputada del PP señaló a los socialistas, a los que retó "a que dé el nombre de algún tramo de autovía que tenga dos años y tenga esos desperfectos". En sus críticas le secundó el diputado provincial José Torrente, que afirmó que los problemas que presenta la A-44 en parte de su trazado supone un "retroceso".

Esa autovía, que une Granada con Motril en 35 minutos, se terminó en 2009, aunque estaba previsto que lo hiciese mucho antes. De hecho, se tardó 20 años en construirse. El coste medio de un kilómetro de esta vía de comunicación fue de 14 millones de euros, lo que cuesta en otros sitios el mismo tramo de Alta Velocidad. La razón que se adujo fue la "complicada orografía del terreno".

La última fecha de finalización dada antes de la definitiva fue 2008, año en el que se inauguró el tramo La Gorgoracha-Vélez de Benaudalla, y en el que el Gobierno destinó 45,56 millones de euros a la A-44. Tan sólo un año después de su apertura total, se autorizaron "obras complementarias" por valor de 32.251.565,43 euros -lo que puede costar un tramo de la A-7-. Estos trabajos consistieron en el mantenimiento del viaducto del Gualdalfeo, la demolición de las pilas provisionales de apuntalamiento, el traslado a vertederos de materiales y en la restauración ambiental y paisajística de la zona.

En ese primer año de vida, también se llevaron a cabo actuaciones por los daños sufridos por las lluvias de ese invierno, que ascendieron a 7.447.769,54 euros y que se repartieron entre la A-44, la A-7 y las nacionales 340, 432 y 323.

En los presupuestos estatales (PGE) para 2010 el Gobierno destinó 40,5 millones a la A-44 y en los de 2011 550.000 euros. En total, en los tres últimos años, la autovía se ha llevado unos 70 millones de euros, según los pocos datos que admite Fomento.

El Ministerio, preguntado por Granada Hoy sobre las partidas extraordinarias que se han destinado al arreglo de dicha autovía, no hace ningún tipo de declaración al respecto.

Y es que, debido a los continuos problemas, es común la presencia de operarios en ese terreno. En primer lugar, los desprendimientos desde su inauguración se han sucedido.

El punto kilométrico 181 de la A-44, a la altura del término municipal de Vélez de Benaudalla, es uno de los más gafados. Se han construido hasta dos muros de contención -en momentos distintos- para amortiguar los efectos de un terreno propenso a los deslizamientos. Sin embargo, no han sido las únicas actuaciones que se han realizado en este tramo, el Ízbor-Vélez de Benaudalla, que fue el último en inaugurarse antes de abrir la A-44. De los 40,5 millones reservados en los PGE de 2010, este tramo se llevó 28,6 millones.

Los atascos se suelen producir por el corte de uno de los carriles, en una autovía muy transitada, que luego muere en la saturadísima N-340, en el que los pacientes conductores ya se han topado con los conos, un año más.

En febrero de 2010 se produjo un desprendimiento, consecuencia de un desplazamiento de tierra, que ocasionó caída de biondas y de la señalización vertical de la autovía en el kilómetro 181. En mayo de 2010 también se cortó al tráfico. Durante la construcción del muro de contención también.

Sin embargo, los problemas no se localizan sólo en los temidos kilómetros 181 y 183 de Vélez de Benaudalla sino que ahora presenta desperfectos en el tramo decreciente desde el 177 al 172, con una deformación que ha obligado también al cierre de uno de los carriles. También hay grietas en el viaducto de Rules y badenes en el de Las Lomas.

Los botes, la desconfianza en la seguridad de la vía y los atascos kilométricos se vuelven a convertir en enemigos a batir a la hora de decidir pasar días de playa o de vacaciones en la Costa Tropical, que están a la vuelta de la esquina.

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