Granada

El PSOE andaluz, molesto y con reticencias a la fusión

  • Susana Díaz, número tres, también duda que el SIP sea bueno

El PSOE andaluz y la Junta de Andalucía siguen jugando al despiste, o esa impresión da. El lunes, su vicesecretario general, Rafael Velasco, abrió la espita al decir que no le parecía que el SIP fuera beneficioso para el sistema financiero andaluz. El consejero de Economía, Antonio Ávila, confesó que no terminaba de ver esa fusión fría y aconsejó a Antonio Jara que mirara al sur a la hora de buscar socios.

El martes, el propio Ávila volvió a pronunciarse y lo hizo al modo gallego: no se sabe si subía las escaleras o las bajaba. Afirmó que la decisión que adoptara CajaGranada le parecería "correcta", pero añadió que también respetaba "profundamente" la postura de Velasco.

El martes, más confusión: la consejera de Presidencia, Mar Moreno, subrayó que un acuerdo entre CajaGranada y entidades que no son andaluzas "no es perjudicial" ni para la caja ni para el sistema financiero de la región, y se comprometió a "respetar" lo que decidiera su Consejo de Administración. Y el presidente de la Junta y secretario regional de la formación, José Antonio Griñán, aseguró que no pondría "obstáculos nacionalistas" ni a esta fusión fría ni a otras, pero dejó una pregunta en el aire: por qué es cuestionable el sistema actual. "Resultaría un error histórico que la reestructuración termine con el modelo de cajas", avisó.

Para no variar, ayer hubo una nueva ración de ambigüedad, esta vez a cargo de la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, que dijo que el partido apoyará la fusión "dependiendo de si fortalece al sistema financiero andaluz o no", porque, admitió, era algo de lo que tenía dudas.

"El PSOE va a apoyar todas las operaciones siempre que se hagan pensando en que el sistema financiero saldrá robustecido. Si es así, eso irá en el interés y en beneficio de Andalucía", subrayó, para a renglón seguido matizar que en el caso del SIP participado por CajaGranada "habrá que hablar y valorar qué fortalece y qué no al sistema. Si fortalece, será bien vista. Y si no, pues la posición será diferente", resumió.

Dijo, además, que compartía las dudas de Velasco. "Esas dudas están, y si no estuvieran, no estaríamos haciendo ahora manifestaciones al respecto", concluyó.

Lo cierto es que, según revelaron ayer otras fuentes de la dirección regional del partido, el SIP ha creado un "profundo malestar" con la dirección del PSOE en Granada y con la propia caja. Si ese desencuentro va a más, el tiempo lo dirá.

Sobre la fusión también se pronunció ayer el presidente del PP andaluz, Javier Arenas, para mostrar su "respeto" con las decisiones de los consejos de administración pero también para advertir que las fusiones "tienen que estar marcadas por la viabilidad económica y financiera, y no por directrices político-partidistas".

Su posición es menos elogiosa que la manifestada el martes por el presidente provincial, Sebastián Pérez, que saludó la fusión con entusiasmo.

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