Uno de los bares más longevos de Granada. En una bocacalle de la plaza Bib-Rambla se esconde esta taberna con encanto, un encanto que reside en la cercanía con el cliente, con el amigo. Junto a otros establecimientos de la capital, de esos de toda la vida, el Provincias viene sirviendo la cervecita y la tapa a autóctonos y turistas a partes iguales. A principios de los 40, José Romero, de 87 años y retirado ahora del negocio, fundaba una tasca que se ha consolidado con el tiempo.

Todo queda en casa. Y es que hoy su hijo Jorge lleva las riendas de la empresa junto a su familia. La característica que más destacan los clientes es precisamente la proximidad con ellos, "es tal la confianza que a veces pincha de las tapas que sirve", bromea María José, jefa de cocina y esposa del propio Jorge. Él mismo admite que a quien entra e se le trata "como si fuera un amigo". Y eso se nota. Se pasea por la barra saludando a unos y otros, lo conocen, eso está claro, pero aquellos que llegan por primera vez se sienten igual de arropados.

Migas, paella y pescado, mucho pescado. El es la tapa y plato estrella, "económico y más fresco que en Motril" , apostilla un cliente asiduo. De la Costa Tropical directamente no, pero de la vuelta de la esquina casi. Concretamente desde el mercado de San Agustín traen cada día el género. Pijotas, cazón o chipirones están entre sus platos. Así, el ambigú hasta los topes a diario. Bueno, los domingos no, para descanso del personal, claro. Pero el resto de la semana cuesta encontrar sitio en la barra.

La decoración tampoco deja indiferente a nadie. Además de la vitrinas que dejan a luz el susodicho pescado y demás pinchos, en las paredes se suceden ornamentos de todo tipo. Desde cuadros que representan rincones típicos de la capital, hasta motivos futboleros de apoyo al Granada CF. Tampoco falta una foto dedicada del desaparecido Enrique Morente, primo hermano de la madre de Jorge. Todo granaíno, muy granaíno, ya sabe, "como en el Provincias, no se está en ningún sitio".