Granada

Próxima parada: Al Ándalus Expreso

  • El exclusivo tren que recorría Andalucía funciona ahora como majestuoso restaurante en Las Gabias

La novelista Agatha Christie, el diseñador francés Louis Vuitton o los sevillanos Victorio y Lucchino son algunos de los que sucumbieron al placer de su lujo. El Al Ándaluz Expreso -uno de los tres trenes más lujosos del mundo, junto al Orient Expres y el Transiberiano- decidió poner fin a su suave traqueteo en Granada.

Gracias a la romántica iniciativa de Ángel Fernández, el Expreso sigue vivo, en forma de restaurante. "Conocí el tren por casualidad en la Bobadilla -donde terminaba el trayecto- y me enamoré de él", explica el empresario. Poco después, en 2003, Ángel se enteró de que el Al Ándalus Expreso desechaba dos vagones y no dudó en formar un comboy de casi un kilómetro de longitud -grúa, góndolas y helicóptero incluidos- para arrastrarlos desde Bobadilla a Las Gabias. "Nos llevamos casas, señales y de todo por el camino", bromea el propietario del negocio.

Asentado sobre unas vías que descansan en una parcela de 5.000 metros cuadrados y colosales vistas -en la que se integran las ventanas y el reloj del siglo XIX de la estación de Espiel de Córdoba-, dos vagones-restaurantes permiten a los comensales, por unos 35 euros, disfrutar de los exquisitos platos del chef Luis Javier López, quien fue jefe de cocina en el Palacio de los Patos y el hotel Santa Paula. Carrillada estofada con salsa de chocolate, bacalao, foie en dos cocciones o remojón granadino son algunas de las sugerencias de este fastuoso lugar.

Pero lo deslumbrante del Al Ándalus Expreso no es sólo su cocina de alta calidad, ni su suntuosa decoración a base de marquetería francesa de nogal, sino la especial historia que envuelve al tren. "No se trata sólo de disfrutar de una cocina interesante, sino también de una bonita historia", alega Ángel.

En 1929, la monarquía británica construyó este tren para trasladarse de Caláis hasta la Costa Azul hasta que, diez años después, el Al Ándalus Expreso es adquirido por Renfe. En 1982, los 14 vagones de 30 metros cada uno que componían el vehículo vuelven a su glamour inicial, al convertirse en un tren crucero que unía Sevilla-Córdoba-Granada-Bobadilla en un viaje de cuatro noches. Por 4.200 euros, todo incluido, los millonarios disfrutaban de su esporádico hogar, además de disfrutar de un tour por la ciudad de parada.

Ahora, el Al Ándalus Expreso mantiene su embrujo reencarnado en una original idea que le ha merecido una mención internacional en la última edición de Fitur. "Sin duda, es un restaurante fuera de lo normal", se enorgullece Ángel.

Por si fuera poco, el local cuenta con un pionero servicio de traslado de comensales. "Tenemos un taxi inglés original de 1961, en el que Penélope Cruz rodó el anuncio de Freixenet, con el que desplazamos a los clientes", añade el restaurador, quien asegura que Al Ándalus Expreso ofrece un 50 por ciento de éxito en una conquista amorosa.

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