Granada

Ramón Burgos pregona una Semana Santa mariana y pide un paso al frente

  • El periodista innovó en la estructura y representación del texto con un inicio profundo que dio paso a las experiencias personales

El pregón contó con un desarrollo diferente al protocolo habitual.

El pregón contó con un desarrollo diferente al protocolo habitual. / carlos gil

La Semana Santa de 2018 ya está pregonada, por lo que los cofrades inician la Cuaresma con la cuenta atrás para disfrutar de nuevo de las cofradías en las calles. Este año el encargado de hacerlo ha sido el periodista Ramón Burgos Ledesma, que pronunció un pregón estructurado en tres partes con un inicio profundo con gran carga religiosa, una parte central de experiencias personales y más expresión cofrade y un final casi reivindicativo de lo que tiene que ser Granada y su Semana Santa.

Burgos innovó en la puesta en escena y representación del pregón. La interpretación musical por parte de la Banda Municipal se integró en el pregón eludiendo representaciones musicales antes o después del mismo; contó con la interpretación durante varias partes del pregón de la cantaora Verónica Carmona; y en la declamación del texto contó en la parte central con la colaboración de la periodista Encarna Ximénez de Cisneros, su esposa, que se encargó de presentarle.

Burgos inició el pregón -que duró una hora y veinte minutos- con un texto de calado religioso en una declaración de intenciones clara, su amor a la Virgen y por tanto el marcado acento mariano del texto, en el que nombró a San Juan Pablo II o Machado, entre otros. "A Él e llega por Ella", dijo en varias ocasiones, asegurando también, por su trayectoria cofrade y pasión por la ciudad de Granada, que "Granada y la Semana Santa van unidas".

La segunda parte del pregón fue la más personal. En ella realizó un recorrido por todos los días de la Semana Santa, su recorrido personal para ver las hermandades, centrándose en los pasos de palio y de Virgen. En esa parte contó con la colaboración de Ximénez -que también ha sido pregonera-, que se encargaba de destacar también sus experiencias y vivencias en relación a las imágenes de Cristo.

La última fase del pregón fue la más reivindicativa aludiendo a la necesidad de "dar con valentía un paso al frente" en una ciudad con un carácter particular acostumbrada a que se lo solucionen todo. Burgos lamentó que en algunos casos se olvide el fondo de lo que significa la Semana Santa y ser cofrades: "No sólo el fin es pasear titulares". El pregonero apostó por adecuarse al entorno eclesiástico, afirmar el papel de las cofradías, lograr un reconocido papel social, estudiar la relación con los medios de comunicación y las nuevas tecnologías, tener en cuenta "no depender de donaciones y no moverse por caprichos, ideas de iluminados o proyectos faraónicos". Además, animó a contar con todos: "detrás de una gran cofradía hay muchos hermanos que han sido y son. No tengamos miedo escénico, no perdamos el sentido, entran todos: viejos y nuevos, ex y actuales, los que sueñan y los que abren los ojos".

En el pregón estuvo, entre otras autoridades, el alcalde Francisco Cuenca, y el arzobispo, Francisco Javier Martínez, que volvió al acto tras no acudir desde 2013, precisamente el año del pregón de Encarna Ximénez.

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