Los trabajadores de la empresa Rober, concesionaria del servicio de autobuses urbanos en la capital, alcanzan hoy su cuarta jornada de huelga, una convocatoria que la patronal considera que puede ser ilegal por lo que emprenderá medidas legales.

La dirección de Rober consideró ayer que las tres reivindicaciones que han motivado los paros son "falsas", por lo que se considera "obligada" a intervenir legalmente en un conflicto que "está afectando a miles de viajeros".

Según manifestó Rober a través de un comunicado, la convocatoria vulnera el artículo 11 del Real Decreto sobre las Relaciones de Trabajo, el cual establece que será ilegal cuando "se sostenga por motivos políticos o cualquier otra afinidad ajena al interés profesional de los trabajadores afectados" y siempre que tenga por objeto "alterar, dentro de su periodo de vigencia, lo pactado en un convenio colectivo".

Así, Rober argumentó la posible ilegalidad de la huelga en que la empresa se encuentra desde el pasado 21 de enero en un periodo de elecciones sindicales que terminará el 27 de febrero. Considera además que la convocatoria pretende "alterar" el convenio colectivo de transportes de la entidad, que actualmente se encuentra vigente tras haber sido prorrogado el pasado diciembre de forma "unilateral" por el presidente del comité, Ángel Aliaga (CCOO).

Por su parte, CCOO justificó en su día la huelga en el incumplimiento de dos de los tres acuerdos que pusieron fin a la huelga del pasado junio, tales como hacer fijos a 19 trabajadores eventuales y modificar un artículo del convenio. El sindicato también solicita la aplicación de una misma escala de antigüedad para toda la plantilla de acuerdo a la sentencia dictada por el Tribunal Supremo en 2007.