La Consejería de Salud, a través del Plan Andaluz de Urgencias y Emergencias, acaba de activar el plan de alta frecuentación conocido como plan de invierno. Desde el 1 de diciembre, todos los servicios de Urgencias tanto hospitalarias como de Primaria están avisados y preparados ante un posible aumento de la demanda asistencial debido a los efectos del frío en la población, de forma que están coordinados con el resto de servicios sanitarios para abordar el incremento de pacientes urgentes que pudieran producirse por el descenso de las temperaturas.

Más que causar dolencias propias (que no van mucho más allá que una gripe o simples resfriados), el frío afecta a patologías crónicas, que se agravan en esta época del año al igual que ocurre en verano con el calor. Así, este aumento de la demanda lleva a urgencias fundamentalmente a pacientes mayores con cardiopatías isquémicas, insuficiencia cardiaca, bronconeumopatías y pacientes pluripatológicas.

En noviembre la demanda de atención urgente no se ha incrementado de forma significativa, según Salud, debido a las buenas condiciones climatológicas que se han mantenido hasta hace unos días y debido a que la gripe estacional no ha alcanzado su máxima incidencia. De hecho, la tasa de gripe estaba la última semana de noviembre en 10,52 casos por cada 100.000 habitantes en Andalucía.

Salud revisa cada año el plan de alta frecuentación y cuenta con la colaboración de los profesionales de los servicios de Urgencias, principales afectados por el aumento de la demanda. Los tres parámetros que se tienen en cuenta son el aumento del número de urgencias, el aumento de pacientes en observación y el número de enfermos que solicitan atención domiciliaria a los centros de Primaria.

En el plan también colabora el 061, que desde su centro coordinador -en Granada ubicado en el Parque Tecnológico de la Salud- distribuye y activa los recursos en función de la gravedad y moviliza dispositivos de traslado o atención para cada caso.