Granada

"Toda su vida es un mensaje"

  • El obispo de Guatemala, una de las autoridades que asiste a la beatificación, asegura que el capuchino supo encarnar las cualidades de "cercanía al pueblo"

"La beatificación es un reclamo para volver a los valores humanos y del cristianismo, de la honestidad, el respeto por la vida y la tolerancia". Para el obispo de Guatemala, Bernabé Sagastume, también capuchino, Fray Leopoldo "supo encarnar las cualidades de cercanía al pueblo, a los pobres, de contacto con el dolor y el sufrimiento de las personas" propias de la orden. Él, que conoció la vida del capuchino de Alpandeire a través de los relatos de los misioneros granadinos que han estado en Guatemala, ha querido venir al acto. Incluso ha presidido una de las tres eucaristías previas que se han celebrado estos días con motivo del acto de beatificación.

El obispo de Guatemala ha sido una de las autoridades eclesiásticas que han cuadrado sus agendas para poder estar presente en la celebración de hoy en la base aérea de Armilla. Tras años de estudios teológicos, Bernabé Sagastume reconoce que el ejemplo de un limosnero de origen humilde y poca cultura es una guía directa que ayuda a descubrir lo esencial. "Su vida fue un mensaje para volver a la sencillez del Evangelio".

En opinión del obispo, Fray Leopoldo, como otros beatos o santos de la orden, "supo integrar plenamente el amor a Dios y el amor al prójimo".

Él transmite la sensación de haber interiorizado ese mensaje que destaca de la vida de Fray Leopoldo. Delgado, tranquilo, de movimientos pausados, muestra un trato amable y sencillo más propio de un sacerdote de una parroquia de un barrio obrero que de alguien próximo a los boatos del Vaticano.

Nada más iniciar la conversación se le nota su honda preocupación por la situación social que se vive en su país, por el incremento de la violencia, la débil actuación de la justicia terrenal o la debilidad de la instituciones democráticas.

Por eso también es muy cercano a la labor de misioneros que varios religiosos del convento capuchino de Granada están realizando allí. En concreto, ha sido Rafael Pozo, el superior de la orden en Andalucía, quien, impactado por la pobreza extrema del algunas regiones de Guatemala, creó la ONG Paz y Bien, en la que colabora la Fundación Fray Leopoldo.

El obispo explica que las infraestructuras que se han podido crear han conseguido facilitar la ayuda social, económica y de equipamientos para personas con minusvalías y también un centro de acogida. "Allí, a muchas personas con minusvalías, tanto intelectual como físicas, las tienen las familias escondidas en sus casas. En este centro viven, reciben una educación, medios sanitarios como puede ser una silla de ruedas".

El obispo cuenta que la beatificación servirá para difundir la fama de Fray Leopoldo, algo que también impulsará la obra social a la que se dedican los donativos y lo que la orden recauda con la venta de merchandising que hay junto a la cripta. "Fray Leopoldo, como limosnero del convento, se dedicaba a recoger víveres para la orden pero los compartía con los pobres que se iba encontrando porque era muy generoso", recuerda el obispo sobre la labor social que desempeñó en vida el capuchino, de quien también recalca que padeció "experiencias grandes de rechazo". "Había personas que lo echaba porque decían que era un pordiosero pero él siempre fue ejemplo de bondad, lo que también es un mensaje contra la intolerancia religiosa, sea contra la religión católica como la musulmana o cualquier otra", asegura.

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