Granada

El jardín alpino de la UGR provee de especies únicas a reservas botánicas internacionales

  • La parcela es un banco de semillas para la conservación e intercambio con otras instituciones

El jardín alpino de la UGR provee de especies únicas a reservas botánicas internacionales

El jardín alpino de la UGR provee de especies únicas a reservas botánicas internacionales

Ahora permanece bajo una colcha blanca, que preservará su singularidad y riqueza hasta que las calores de la primavera permitan volver a ser objeto de estudio. Entre el vasto patrimonio de la Universidad de Granada se encuentra un jardín botánico único por sus características. Es la reserva botánica más alta de Europa, a unos 2.500 metros de altura, junto al Albergue Universitario. En el resto del continente, esa altitud supone convivir con nieves perpetuas. La excepcional ubicación septentrional de Sierra Nevada permite que a esos 2.300 metros sí sea posible que haya especies vegetales capaces de arraigar.

La singularidad de la vegetación que habita en esta parcela dependiente del Vicerrectorado de Extensión Universitaria de la UGR en el Parque Nacional de Sierra Nevada hace que cada año se reciban multitud de peticiones de otros jardines botánicos. Piden semillas. "Aparte de su uso explicativo, donde se pueden observar las plantas, también es un banco de semillas", cuya función es doble, "conservación e intercambio", explica el conservador del jardín botánico de la UGR, José Tito. "Nos piden semillas de infinidad" de jardines, indica el especialista. El pasado año recibieron 165 solicitudes. Sin embargo, la singularidad del Jardín Botánico Universitario de Sierra Nevada y, sobre todo, la normativa que protege al Parque impiden la introducción de especies. Las semillas que se piden desde la UGR se destinan a otro jardín, el Botánico de la Facultad de Derecho.

"Está pensado para ser un resumen de Sierra Nevada", explica el conservador José TitoExiste un proyecto de reforma del jardín de la UGR y ahora se busca financiación

El jardín se proyectó, recuerda el conservador, en tiempos de la segunda República. En aquella época "se tenía la idea de un centro de estudios de la flora de Sierra Nevada", detalla Tito. Hubo que esperar a la década de los 60 para que la idea arraigara gracias a la iniciativa de la Facultad de Farmacia. En un principio aquel enclave sirvió de punto de provisión de plantas medicinales que se empleaban en la investigación de aquella Facultad. Fue entonces cuando se cercó el perímetro de la parcela, de menos de una hectárea de extensión. Si embargo, aquella intervención, pasado medio siglo, es prácticamente ruina. "Es valiosísimo, pero tiene el problema de la edad", reconoce el botánico. "Se emplearon materiales que soportan mal la temperatura", como el hormigón. El paso de los años ha obligado a elaborar un proyecto de remodelación, ideado por el director del jardín alpino, el profesor del departamento de Botánica Manuel Casares Porcel, y que ya ha sido aprobado por la Universidad de Granada. "Con el presupuesto con el que contamos hemos realizado pequeños esfuerzos de mantenimiento, pero hace falta una remodelación seria", indica Tito, que cifra en cuatro los problemas más acuciantes del jardín. "El primero es que el cercado es inservible" y no impide que, por ejemplo, los animales entren, con el riesgo que eso supone para la plantas. En segundo lugar indica que hay que arreglar los caminos y el lago. En tercer lugar se quiere contar con algún tipo de "estructura" que permitiera ofrecer explicaciones sobre el terreno. Por último, se tendría que acometer la mejora de las plantaciones. "El jardín puede aguantar cuatro o cinco años más, pero cada año que pasa el daño es más grave", resume el conservador. Tras poner sobre el papel las prioridades y redactar el proyecto, ahora se está en fase de "búsqueda de fondos para poder abordarlo", apostilla Tito, que incide en que "partimos de la base de que el jardín está bien y lo que hay que arreglar es su estructura".

El jardín alpino de la UGR se emplea para su uso docente y científico, pero también está abierto al público. De hecho, cada verano lo visitan muchos extranjeros. Les atrae la posibilidad de ver de cerca -y con fichas explicativas- los endemismos de la zona. "Está pensado para ser un resumen de la Sierra", señala Tito.

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